capitulo #159

-bueno Frida esta… -Dannie miro a la cama y comenzó a hacer muecas dando a entender de que estaba bajo la cama, de igual manera George señalo la cama con muecas, de pronto vi como George se hincaba en el piso y ponía sus manos frente a él para después asomar su cabeza por debajo de la cama, yo estaba cubriéndome la cara con mis antebrazos en eso escuche que me hablaba

-Frida! Mi pequeña Frida sal de ahí ya te vi –yo comencé a levantar la cabeza y comencé a hiperventilar al verlo, me tomo por los brazos y comenzó a arrastrarme hasta sacarme de la cama, ya estando afuera me ayudo a levantarme y me miro tiernamente

-dios! Estas más linda que antes –yo aun no sabía ni que decirle pues el también estaba más guapo que antes

-en serio? Yo siento que me veo igual o peor –dije bajando la mirada, tomo rostro con ambas manos y me miro fijamente

-claro que sí, siempre lo has sido solo que ahora eres más linda –ambos nos quedamos sin saber que decir, en eso Joan me hablo

-oye tu! Que no piensas saludarme o qué? –voltee a verla y corrí a abrazarla

-Joan! Me da tanto gusto verte después de tantísimo tiempo

-también a mi me da mucho gusto Frida

-eres un maldito John! Mira que separarme así de mi amiga –el solo se rio

-oye! Eso dile a Brian que no nos dejaba ir a Liverpool –mire al bebe que ahora lo traía John

-mira Frida, el es Julián nuestro hijo –lo tomo y lo puso frente a mi

-tienes un bebe muy lindo Joan, no puedo creer que seas mamá –dije sin dejar de ver al bebe

-yo ya me la estoy creyendo –dijo ella graciosa, la maternidad le había sentado muy bien se veía tan diferente, no solo por fuera sino se percibía que también en su interior, jamás la había visto con el cabello más largo eso me hizo sacar una sonrisa pues se veía bastante bien.

-y como le vamos a hacer con Montse? –pregunto Paul desesperado

-calma Paul! De seguro esta allá abajo con cesar janis y Fred –le dije

-y esos quiénes son? –me pregunto Joan, todos se lo preguntaban por dentro

-cesar es primo de Montse y Dannie y Fred y janis es una pareja de novios que son amigos de cesar –aclare

-deberíamos bajar para ver si están haya –dijo Dannie

-si vamos! –dijo Paul

-estás loco!!? Ya no es como antes McCartney –le dijo John

-si Paul, John tiene razón, es imposible que tu salgas, podrías morir apastado por una multitud de chicas –dije entre risas

-solo iremos Frida y yo pero con la condición de que nos dejen entrar de nuevo por qué no queremos seguir escondiéndonos –dijo Dannie

-claro que si las vamos a dejar entrar, es mas ira con ustedes Neil –entonces bajamos con Neil para ver si veíamos a Montse y a los demás, justo en ese momento iban regresando de desayunar

-Montse, en verdad que me interesa mucho tu amiga –le venía diciendo cesar

-cesar, créeme que me gustaría mucho que salieras con Frida si ella estuviera libre –le decía Montse

-puedo salir con ella mientras no esté con su novio –siguió el

-no seas así cesar, ok creo que te lo diré, su novio es George Harrison –dijo ella de golpe

-si claro! Y mi mama es Elizabeth Taylor –se burlo él

-es en serio! –seguía Montse

-pues no te creo! –grito él

-pues yo si –dijo janis

-como puedes creer esa gran fantasía? –le pregunto Fred

-por que si y ya! –le grito molesta, en eso salimos Dannie y yo a buscar a Montse

-con este montón de chicas jamás la encontraremos –dijo Dannie sin dejar de buscar, caminamos hasta la esquina del hotel y vimos el auto de cesar, corrimos hasta él para ver si se encontraban adentro pero no había nadie, regresamos a la entrada y fue ahí donde Fred nos vio

-mírenlas! También las echaron para afuera –se burlaba Fred mientras nos apuntaba con su dedo, los demás nos miraron y caminaron hasta nosotras

-Frida! Dannie! –grito Montse

-Montse! Donde estaban? –les pregunte

-fuimos a desayunar –dijo cesar sin despegarme la mirada

-no lograron entrar verdad? –nos pregunto Montse desanimada

-te equivocas! Si pudimos entrar! Ya hablamos con ellos y te están esperando –le dije con una gran sonrisa, ella casi se volvía loca de la emoción al igual que janis, mientras que Fred y cesar no lo creían