capitulo #50

-pero nos irá mejor, esta oportunidad no la puedo dejar pasar –nos decía mi padre mientras caminaba de un lado a otro por toda la sala

-pero Tom aquí las niñas están yendo a la escuela y aquí tienes a sus amigos, al igual que yo, tengo una buena plaza en el hospital estoy bien –dijo mi madre en tono preocupado

-papa, mi mama tiene razón –dijo mi hermana

-allá en Londres hay escuelas, mucho mejores que las de aquí –insistió mi padre

-Tom, ¿no habrá manera de que te den ese puesto aquí en Liverpool? –pregunto mi madre

-no Lisa, debo estar allá, y si no quieren ir con migo, me iré yo solo –esas palabras nos preocuparon aun mas, mi madre solo volteo a vernos preocupada, y al contemplar nuestro desacuerdo y tristeza mi mama tomo una decisión que jamás me esperaba por parte de ella

-lo siento Tom, pero nosotras nos quedaremos aquí –dijo mi madre poniéndose de pie

-pero Lisa por favor –contradijo mi padre con su puro en la boca

-Tom nosotros estábamos bien, no necesitamos de más ingresos, estamos bien, aparte no quiero separarme de mi padre que desde que falleció mi madre se la pasa triste y pensando todo el tiempo en ella, no quiero ser como mi hermano David que se fue a Manchester y lo dejo, o como mi hermana Sandy que se fue de Londres por que a su esposo le dieron una buena plaza en Ámsterdam –dijo mi madre bastante alterada –mi padre me necesita y no lo dejare solo como mis hermanos

-te comprendo Lisa –concluyo mi padre echando una bocanada de humo

Nosotras no sabíamos que decir, por mi parte yo solo pensaba en que no quería separarme de mis amigos y de stu, sentía que cada día lo quería mas, no quería dejar Liverpool, aunque era una ciudad pequeña me gustaba, no quería mudarme a la capital, y casi podría asegurar que mi hermana tampoco quería eso, y mi madre tenía toda la razón, últimamente mi abuelo le había llegado la tristeza de la ausencia de mi abuela y no sería justo dejarlo solo y menos a su edad, el único apoyo que tenia era el de esta familia, los Berry, así que mi padre decidió irse solo, mi madre duro alrededor de dos semanas llorando a “escondidas” de nosotras por mi padre, en verdad que lo extrañábamos, pasamos la navidad solas nosotras tres, aunque mi padre nos mando regalos y una emotiva carta, pero no era lo mismo queríamos que estuviera con nosotras en esas fechas, pero al parecer le estaba yendo muy bien por allá pues cada semana le mandaba a mi madre un cheque con una gran cantidad de dinero, en año nuevo nos mando una carta diciéndonos que llegaría un señor llamado Steven Willis que nos llevaría a conocer nuestro nuevo hogar, nuestro regalo de año nuevo, el siempre nos daba regalos también en año nuevo y esta no sería la excepción, y así fue un día de enero de 1960, llego ese señor y se presento diciendo que venía de parte de mi padre, nos subimos a su coche y nos llevo al barrio de woolton, siempre nos había gustado esa zona era tan linda y acogedora, habían casas bonitas y muy amplias, el auto se detuvo en frente de la que sería nuestra casa, en verdad que era linda, estaba frente a un parque al darme cuenta de donde estábamos pude recordar que a escasas 3 cuadras vivía John, al entrar a la casa nos enamoramos mas de ella era simplemente bella muy amplia, mi mama al instante quiso mudarse, la casa estaba muy bien ubicada y estaba más cerca de el trabajo de mi madre y de nuestra escuela, días después nos mudamos por completo, y al saber Joan en donde vivía no dejaba de visitarme para toparse con John los días que iba a mi casa, mientras tanto George al ver que nos mudaríamos sintió como si me hubiera perdido, pues todos los días me podía ver, lo cual ya sería imposible, al tiempo comencé a extrañar a Montse, aunque iba a mi casa seguido pero ya no era igual, tenía que irse más temprano y esas cosas.

Al tiempo las cosas comenzaron a ir mal, pronto se comenzaría a notar la ausencia de mi padre, pues mi hermana se comportaba de una manera más rebelde, al grado de amenazar a mi madre con irse de la casa, lo cual la preocupaba pues como se la pasaba la mayor parte de su día en el hospital que con nosotras, temía que un día al llegar a la casa ya no estuviera. Les perdimos la pista por completo a los chicos, Montse ya no sabía nada de Paul, habían comenzado a salir, al parecer ya se comenzaba a fijar en Paul, también tenía mucho sin ver a George en el vecindario, John dejo de llamar a Joan al igual que yo deje de sabe de Stuart, lo cual nos preocupo mucho parecía como si la tierra se los hubiese tragado…