capitulo #62

-eso sería fantástico Montse, que tu vinieras si tener que escapar de tu casa y salir mal con tus padres –le dije bastante triste

-es que aun no puedo creer que tú te hallas salido así de tu casa –dijo incrédula

-pues a veces es mejor no hacer las cosas sin pensar

-hay Frida –dijo Montse sin saber que decirme, y después casi me deja sorda al preguntarme

-¡dame la dirección de donde se están quedando porque casi estoy segura de que algún día llegare con ustedes!

-ok pero para la otra avísame que me gritaras así –dije volviendo a colocar la bocina en mi oído, después de decirle en donde nos estábamos quedando colgué y comencé a caminar hacia el cuartucho, iba cabizbaja y con las manos en los bolsillos de mi suéter, cuando de pronto oí una voz femenina diciéndome

-inglesa –yo voltee a ver de quien se trataba, era una chica linda algo extraña en su manera de vestir, con un corte estilo francés

-¿disculpa? –dije sin dejar de mirarla y haciendo una expresión de molestia

-¡lo sabía!, ese acento y la manera de vestir, tenias que ser inglesa –me dijo mirándome con una gran sonrisa y sosteniendo entre sus manos una cámara fotográfica

-¿a caso te conozco? –dije extrañada

-pues no, a menos de que ya hayas estado antes aquí en Hamburgo, mi nombre es Astrid, Astrid Kirchherr –me dijo la chica extendiendo su mano para saludarme

-¿supongo que debo decir mi nombre y extenderte mi mano? –le dije desconfiada

-no te preocupes no soy ni prostituta ni narcotraficante ni nazi ni nada de eso –dijo sonriente

-¿podría saber porque me estas dirigiendo la palabra? –le pregunte con una expresión de desaprobación

-es que me llamaste mucho la atención como venias caminando y se me ocurrió tomarte una foto la cual siento que quedo perfecta y pues quise saber tu nombre, note que no eras de aquí y ya ves que no me equivoque

-¿oye pero porque me tomas fotos? –le dije muy molesta

-tranquila, valla veo que tienes tu carácter –dijo sin dejar de verme –yo soy la que debería de estar asustada de hablarle a una chica que ni siquiera es de por aquí –dijo bromista, lo cual me hizo reír

-valla por fin sonríes –la mire unos segundos de pies a cabeza y fue cuando me dije a mi misma –esta chica no te hará daño- sentía en mi interior una sensación extraña, como si a través de esa chica viera mi futuro, le extendí mi mano y le dije mi nombre, ella me pregunto que si tenía hambre, a lo que le conteste que si, pues no había desayunado, entonces ella me llevo a un lugar a desayunar ahí estuvimos alrededor de una hora, le conté toda mi historia y ella me conto la suya, era increíble pensar en que de un momento a otro una chica que no conocía después de dos horas me conociera de principio a fin

-me gustaría conocer a tus amigos –me dijo mientras caminábamos al mismo lugar que nos habíamos encontrado

-claro que si, les caerás bien

Al llegar al lugar caminamos hasta el lugar donde nos estábamos quedando, y cuando por fin llegamos le dije que aquí era, al ver su cara ella solo hizo una expresión como diciendo ¿Cómo pueden vivir aquí? Lo cual me hizo voltear a ver de nuevo el lugar y pude confirmar el por qué de su expresión, pues realmente era horrible ese lugar…