capitulo #101

-hola señora Lennon –dijo bromista, y al ver que Joan no se reía supuso que algo había pasado

-¿Qué ocurre?

-no nada, es que Astrid está muy mal

-¿Qué le pasa? –Montse se asusto

-no nada grave, es solo que termino con Klaus –dijo pensativa

-¿pero por qué?

-no lo sé, no me lo dijo

-que mal, tan bien que se veían

-si se querían mucho, por eso me sorprendí bastante cuando me lo dijo

-pues lo único que podemos hacer por ella es apoyarla –dijo Montse algo triste por Astrid

-sí, eso es lo que haremos, no dejaremos que se deprima –Joan siguió, sin imaginarse que el motivo por el cual estaba así, era porque había traicionado a Frida, su mejor amiga.

Esa noche, stu no quiso dormir con migo, lo cual me sorprendió bastante

-pero stu ¿de verdad que estas bien? –pregunte insistente

-si Frida, es solo que quiero dejarte tu espacio –me decía mientras tomaba unas cobijas y salía de la habitación, sin darme oportunidad de decirle más. Volví a pensar que su forma de comportarse era porque no quería estar con él en la intimidad, así que comencé a llorar, abrace una almohada y deje salir mi llanto, me puse a pensar el porqué no quería estar con stu si realmente lo amaba y demasiado, pero había algo que no me dejaba ser completamente feliz con él.

Al día siguiente me despertó muy temprano y me llevo el desayuno a la cama, no entendía su comportamiento

-arréglate pronto Frida por que iremos a buscar otra casa –yo lo mire desconcertada

-¿sigues con eso?

-si Frida, y no quiero más peros, está decidido

-pero stu ¿qué es lo que ocurre porque te quieres ir de aquí cuanto antes?

-es solo eso Frida, quiero una casa amueblada para vivir junto con tigo eso es todo –yo lo mire con duda, pero pronto creí en su respuesta, aunque no completamente, yo sabía que había algo de trasfondo en todo esto. Salimos de la casa y me llevo a un edificio muy bonito, eran unos departamentos, me dijo que ahí rentaban uno amueblado, la zona era muy bonita así que no le puse ningún pero, al entrar vimos que todo estaba en perfectas condiciones, era muy acogedor, así que rápidamente stu dijo que si, ese día en la noche ya estábamos viviendo ahí.

Esos últimos 3 meses fueron completamente diferentes, stu jamás volvió a dormir junto con migo y era más distante, lo cual resentía, pues el siempre estaba junto a mi todos los segundos del día. Dejamos de frecuentar a los demás Beatles, casi no veía a Joan y Montse por lo de la escuela de ellas y por lo de mi trabajo, estaba decidida a volver a la escuela, pero aun no sabía cuándo. Tiempo después nos enteramos de que habían deportado a los Beatles por causar disturbios en el club donde tocaban y por que habían descubierto las autoridades que George era menor de edad, así que regresaron a Liverpool, al igual que Montse que se había ido junto con ellos, pues no podía vivir sin su Paul, Joan no se quiso ir por que le estaba yendo bien en la escuela, lo que ocasiono que John se molestara un poco con ella por preferir la escuela que a él

-compréndeme John, no puedo salirme así de la escuela, y menos ahora que me está yendo muy bien –le decía Joan con grandes ademanes

-si claro, te entiendo perfectamente –le decía John a punto de salir del cuarto

-no te enojes con migo, en cuanto termine me regresare a Liverpool a buscarte

-pues solo espero que no sea demasiado tarde –sin decir más salió de el cuarto del club, Joan salió detrás de él más molesta que triste por la contestación de John

-oye tu, tampoco me respondas así, pero si quieres terminamos con esto –le grito Joan decidida, eso hizo que John se estremeciera y recordara la vez que se pelearon y todo lo que habían pasado en esa apoca

-pues si eso es lo que quieres –se limito a decir

-está bien, que te valla muy bien, y si es que regresas no quiero que me busques ¿me escuchaste? –le grito con mucha rabia, John solo la miro sin decir nada, se dio la media vuelta y comenzó a caminar, esto hizo que Joan explotara de coraje, tomo una piedra y se la lanzo, logro golpearlo en la cabeza, John se sobo y volteo a verla algo molesto, Joan solo le hizo una seña obscena con su dedo y se dio la vuelta dándole la espalda, no sabía si llorar de coraje o de tristeza…