capitulo #116

Estábamos sentados sobre una pequeña barda mirando hacia la puesta de sol, era la primera vez que veía una apuesta de sol en Liverpool, por que por lo general entre más noche más nublado el cielo.

-quisiera que el tiempo se detuviera aquí –me dijo sin mirarme

-también a mi –le dije después de un suspiro, el me volteo a ver sentí como su mano acariciaba suavemente la mía que estaba junto a la de él, al sentirlo mire las manos y el la quito rápidamente

-perdón Frida –me dijo apenado y cruzando sus brazos

-no te preocupes George

-dentro de dos días partimos a Hamburgo de nuevo –me dijo algo pensativo

-si lo sé, Joan planea irse con John

-¿no quieres ir con… nosotros? –me pregunto cohibido, yo de inmediato recordé a stu, así que le dije que no

-no George, prefiero quedarme aquí –el sabia porque de mi negativa

-es por stu ¿verdad? –yo lo mire de golpe y estuve a punto de llorar

-mejor cambiemos de tema –dije algo molesta

-si mejor, que te parece si te llevo a tu casa –me dijo mientras se levantaba, yo acepte y me ayudo a levantarme, salimos de la casa y comenzamos a caminar hacia la de John, íbamos charlando de cualquier cosa, me la pasaba realmente bien con él, a veces me culpaba por no haberlo tratado desde que lo conocí y dejar a un lado mis berrinches, al llegar a la casa nos despedimos

-bueno pues gracias por acompañarme y por hacerme esa linda fiesta George – decía mientras habría el cancel

-por nada Frida, gracias a ti por haber hecho este día uno de los mejores de mi vida –decía sin dejar de mirarme y sonriendo de esa manera que lo hacía ver tan tiernamente especial, después de eso hubo un silencio incomodo, me volví a despedir de él y me gire para caminar a la entrada cuando escuche que me gritaba,

-¡¡Frida!! –yo me gire y el estaba entrando al jardín, se acerco a mi algo nervioso mientras yo no podía pronunciar palabra por la acción de George

-Frida yo… bueno solo espero que pienses bien lo de ir a Hamburgo –me dijo nervioso para después retirarse un poco de mí, yo lo mire confundida pues esperaba otra cosa

-aah eso, pues ya te dije que no quisiera ir George -el me miro de una manera como si me suplicara que fuera con ellos

-pero lo pensare George –concluí

-espero que si quieras ir Frida –poco a poco me fue tomando de las manos

-tendré toda la noche y todo el día de mañana para pensarlo –dije mirando el cielo, sentí como ponía mis manos contra su pecho mientras las acariciaba suavemente

-debo irme George –poco a poco me solté de sus manos

-sí, perdón, pero es que, me gustan tus manos –me dijo sonriente

-¿Por qué George? –pregunte mientras miraba mis manos que de lindo no tenían nada, a menos así las veía yo

-es que son muy suaves y delgadas –me decía mientras volvía a tomar mi mano derecha y la acariciaba suavemente

-ay George que cosas dices –dije apenada y zafándome

-solo digo la verdad –me dijo tímidamente

-bueno George debo entrar, nos vemos luego –comencé a caminar hasta la puerta y cuando estaba a punto de abrirla me tomo de un brazo y me giro hacia él, me tomo de el rostro y me dio un gran beso en mi mejilla, muy cerca de mi boca, eso me hizo ponerme nerviosa, poco a poco se fue despegando de mi, al parecer también el estaba nervioso pues no me dijo nada comenzó a caminar hacia la calle y cuando estuvo ya afuera se despidió de mi y comenzó a caminar, yo aun seguía ahí sin poderme mover, después de perder de vista a George entre a la casa y le conté todo a Joan, ella insistía en que le diera una oportunidad pero algo adentro de mi me decía que no… por lo menos no en ese momento.

Los días pasaron rápidamente y llego el día en que regresarían a Hamburgo, Joan también me pedía que fuera con ellos pero yo me negaba, John también me lo pedía, al parecer Montse también iría con su adorado e inseparable Paul.

-anda Frida vamos si no quieres no te toparas con stu, y tampoco le diremos que fuiste con nosotros –me decía John insistentemente, yo lo pensé unos segundos y después de tanto atosigo por parte de ambos decidí ir, rápidamente hice mis maletas con ayuda de Joan y hasta de John que cada prenda que agarraba jugaba con ella y trataba de ponérsela, lo cual nos causaba mucha risa, rápidamente salimos de la casa pues íbamos retrasados por culpa de John y sus juegos, al llegar a el puerto se adelantaron John y Joan para no hacer esperar a los demás, George al ver que no venía con ellos se puso algo triste pero a la vez comprendió que no quería ver a stu

-¡oigan alguien ayúdeme! –les grite a todos para que alguien me ayudara con mi equipaje

-aah se me olvidaba decirles que Frida también ira –dijo John sonriente, George rápidamente corrió para ayudarme con mi equipaje

-gracias George

-iras… -me dijo sonriente