miércoles, 3 de agosto de 2011

capitulo #126

-hace unos meses el señor Gallagher falleció –estuve a punto de sufrir un desmayo, pero rápidamente la señora salió de su casa para entrar a la de mi abuelo, me tomo por la cintura y me llevo hasta el interior de su sala, me dio un vaso con agua para que intentara recobrar el aliento, poco a poco me iba controlando

-¿Te encuentras bien? –me pregunto la señora que me miraba preocupada

-si mejor –me sentía tan abrumada que no podía controlar mis emociones, no sabía si llorar o reír de nervios

-¿pero cómo es que no te enteraste de que falleció tu abuelo? –me pregunto sin entender

-bueno… es que yo no, más bien desde hace tiempo que deje de vivir con mis papas, me fui a Hamburgo y hace tiempo regrese y no sé nada de ellos por eso vine a ver a mi abuelo para ver si el sabia en donde podría localizarlos –dije preocupada

-¿no sabes en donde están tus padres? –se sorprendió

-sí, y quisiera saberlo –estuve a punto de soltar el llanto

-como me gustaría ayudarte en verdad –me dijo la señora que estaba bastante conmovida por mi situación

-de todas maneras gracias, intentare comunicarme con una tía que está en Ámsterdam, quizás ella sepa algo –me levante y camine hasta la puerta

-ojala que tengas suerte –le agradecí y Salí de la casa, en verdad que me sentía sola, tenía tantas ganas de llorar, el clima estaba horrible era el frio más insoportable que podía haber, de esos que te calaba hasta en los huesos, mire el cielo y vi que estaba muy nublado parecía que iba a llover, así que intente darme más prisa para llegar a casa de John pero pronto comenzó a llover, pero más bien a nevar pues estaba haciendo bastante frio, de pronto vi que alguien me venía siguiendo no distinguía de quien se trataba solo veía que venía de tras de mí, tome unas piedras y las metí a mi bolso por si tenía que dar bolsazos que de perdida lo noquera, acelere mi paso y vi que también el sujeto lo aceleraba, me asuste y comencé a correr pero pronto me alcanzaría, sentí que tomo mi hombro y fue ahí que deje que mi bolsa hiciera su función con la piedras adentro, me gire para golpearlo y vi que esquivo el golpe y me grito fuertemente

-¡espera Frida soy yo! –dijo el sujeto que estaba agachado cubriendo su rostro

-¿Quién eres? –intente reconocerlo pero ocupaba verlo

-¡George! –descubrió su rostro y fue ahí cuando sentí un gran alivio

-George por dios, por poco te descalabro –dije preocupada

-pues que llevas en la bolsa ¿piedras? –pregunto gracioso a lo cual me reír pues acertó

-¿de dónde vienes? –me pregunto

-fui a casa de mi abuelo, pero… -me detuve y mire el piso

-¿pero qué?

-toque y nadie me abrió, después una vecina me diría que él murió hace unos meses, intente secar unas lagrimas que rodaban por mis mejillas, sentí como George me tomaba por los hombros y me acercaba a el

-lo siento mucho Frida –me dijo triste, me abrazo fuertemente y fue ahí donde comencé a llorar con más fuerza

-me siento sola George, muy sola –el me miro algo confundido

-la razón por la que fui a casa de mi abuelo es para saber de mis padres, porque ellos ya no están viviendo en donde vivíamos –me miro de la manera más preocupada

-¿Qué dices Frida? –estaba realmente impactado

-así es George, no sé nada de mis padres

-tranquila, te ayudare a encontrarlos te lo aseguro –sus palabras me tranquilizaron de momento, pero yo me sentía bastante abrumada, comenzamos a caminar hasta su casa pues quedaba más cerca que la de John, su madre se sorprendería de verme así, así que George le conto todo a su mama, después ella me hizo un té y me dijo que me tranquilizara, ella tenía que salir a hacer unas compras, su papa estaba trabajando y al parecer no estaban sus hermanos

-¿no tienes idea de dónde encontrarlos? –me pregunto George

-no George, no sé en donde puedan estar –me quede unos segundos pensativa y después saque una conclusión que no se veía tan remota

-quizás estén en Londres –me sobresalte

-¿en Londres? ¿Por qué en Londres? –pregunto George extrañado

-pues mi padre allá está trabajando y mi madre no quería irse a vivir allá porque no quería dejar solo a mi abuelo, pero como el ya murió quizás se mudaron a Londres –dije preocupada

-pues viéndolo de ese modo, tal vez tengas razón –dijo pensativo

-tengo que ir a Londres a buscarlos

-yo iré con tigo –lo mire extrañada

-no George, no tienes por qué ir con migo

-claro que si Frida, no te dejare sola en esto, aparte es peligroso que vallas sola –me dijo de una manera que me hizo sentir que no estaba sola, que él podía protegerme a toda costa

-gracias George pero insisto en que debo ir solo yo –el me miro algo molesto

-Frida yo iré con tigo y no quiero que me contradigas –yo le sonreí, después de un momento de charlar con George mire por la ventana y vi que la nieve estaba cesando así que decidí que era hora de regresar a casa de John

1 comentario:

  1. Pobre Frida, que horrible debe ser sentirse tan sola de un momento a otro. No se lo desearía ni a mi peor enemigo... Espero que encuentre a sus padres pronto.

    ResponderEliminar