Después de un rato de platicar con mis amigas sobre George y las posibilidades de Lurdes de estar con él me dirigí a mi casa, aun faltaba media hora para la hora que habíamos quedado mi madre y yo, así que me fui caminando muy despacio viendo el piso y recordando todo lo que habíamos charlado, cuando de pronto sentí un fuerte empujón que me hizo caer en un charco de lodo
¡Perdón! no me fije disculpa –escuche que me decía la persona que me empujo y yo me encontraba demasiado molesta como para contestarle con un simple no te preocupes,
-¿que te ocurre? ¿Por qué no te fijas bien por donde caminas, que no tienes ojos o que?
–lo siento de verdad es que iba muy distraído –me respondió mientras me ayudaba a levantarme y estaba a punto de ayudarme con mi bolso cuando yo lo detuve con un grito
-¡no te atrevas a tocar mi bolso!,
-ok, está bien, discúlpame –contesto con vos demasiado apenada, eso me hizo entrar un poco en razón así que intente ser un poco amable con él y por fin me voltee para ver su rostro,
-¿Aun sigues enojada con migo? –me pregunto con una mirada tan tierna, el era muy guapo recordé al instante de que se trataba de el tan mencionado por Montse, George, George Harrison. No me esperaba esa sorpresa así que me quede sin habla y completamente rígida
-Hola ¿sigues ahí? –me dijo moviendo la mano en forma de saludo eso me hizo reaccionar
-Perdón, este ya me tengo que ir –me limite a contestarle.
–oye pero en serio no quise arruinar tu hermoso abrigo mira como quedo. Al decirme eso me hizo volver a mi enojo no quería ni mirar mi abrigo preferido, pero lo tenía que hacer así que de reojo lo hice y vi como mi abrigo que minutos antes era en color beige se había convertido en color gris por el lodo, así que volví a mi enojo,
-¡no puede ser! ¡Mira nada mas como me dejaste! Mama va a matarme cuando me vea así –dije con desesperación y a punto de llorar, pues aparte de que era mi preferido lo veía como algo especial porque me lo había obsequiado mi abuela en la última navidad que estuvo con vida
-Rayos, perdón no sé cómo disculparme –dijo George sumamente apenado, pero como estaba yo aun muy enojada seguí de grosera con el
-Pues me harías un bien yéndote de mi vista –lo empuje con una mano apartándolo de mi camino y seguí hacia mi casa aun muy enojada y preocupada por lo que me diría mi mama, estuve a punto de voltear a ver a George pero me detuve así que continúe hasta que llegue a casa, respire hondo antes de abrir la puerta y cuando la abrí lo primero que vi fue a mi madre, para mi suerte que estaba a punto de salir,
-Oh ¡Frida hija pero ¿que te paso?! –me recibió con esa gran expresión acompañada de unos ojos sobresaltados y una boca abierta
-Nada mama, es solo que me tope con un idiota que se le ocurrió tropezar con migo y tumbarme a un charco de lodo,
-hay hija pero ve como quedaste, -después de un momento de reflexión, siguió diciéndome –déjame ver que puedo hacer con el dámelo –de inmediato me lo quite y se lo di
– ¿a dónde ibas mama? –Voy con la señora McCartney ha estado muy delicada de salud estos últimos días –me dijo mientras ponía mi abrigo en la mesa que estaba al empezar las escaleras -¿no gustas acompañarme querida?
–No mama ya sabes que a mí no me gusta mucho convivir con tus amistades –dije mientras me sentaba en la sala para ver la televisión
–pero a la señora McCartney no la conoces y me gustaría que la conocieras, ¿sabes? Tiene un hijo que es como de tu edad
–hijo ya lo dijiste, hombre y tu sabes que yo no tolero mucho a los hombres –dije mientras tomaba una revista que estaba en la mesa de centro
–hay hija que cosas dices, algún día tendrás que convivir con uno.
-¿Qué dices mama? Claro que no
–claro que si hija o ¿no piensas casarte? –me pregunto poniéndose en frente de mi con las manos en la cintura
–hay mama pues claro que sí pero ya que pase más tiempo y será todo un hombre no un adolescente insoportable como todos los que conozco –le dije levantándome y dirigiéndome a la cocina
–hay hija ya me habías puesto a temblar, bueno en seguida regreso no vive tan lejos si necesitas algo vas ella vive en 20 Forthlin Road ¿está bien? –Me pregunto mi madre mientras escribía la dirección en una libreta que quedaba junto a la puerta
–está bien mama vete tranquila. Al salir mi mama me quede con la duda de quien era esa señora McCartney y de donde la conocía mi mama.
gracias por sus comentarios =D
cuídense
McCartney! *-*
ResponderEliminarHahaha amo tu novela! ;D
seguila! :D
Esta muy buena tu nove!!!
ResponderEliminarexcelente cap!!!! =D