lunes, 2 de enero de 2012

01

“I NEED YOU”
Versión alternativa

23 de Julio de 1957 el día que mi vida cambio…

Maldición, un día mas que tenía que ir a casa de mi “querida” tía, en parte lo hacía para distraerme un poco de las tareas, pero era extremadamente molesto aparte parecía que iba a llover, pero tenía que obedecer a mi madre. Tenía que limpiar su jardín durante 2 semanas, pues a mi querido amigo Paul se le había ocurrido destrozarlo un día que lo invite para el cumpleaños de mi tía. En eso empezó a llover y corrí a un restaurant que estaba ahí. Al entrar escuche a unas chicas gritar mucho así que voltee para ver quién era y entre ellas vi a la hija de la familia Vilamur que vivían a dos casas de la mía –esa chica otra vez –dije entre dientes, pues ya me la había topado en diferentes lugares y siempre me miraba, era más que obvio que le gustaba, no quise seguir pensando en eso así que me senté muy lejos de ahí donde no me vieran para tomarme un café mientras se calmaba la lluvia. Después de esperar termino de llover, así que Salí del lugar la casa de mi tía quedaba ya muy cerca.
-ya llegaste George, así que rápido ponte a sembrar estas semillas –me saludo mi tía amablemente como siempre solía hacerlo, no sabía porque ella era completamente diferente a mi madre, que de lo contrario era muy amable y gentil. No dije nada y me puse a hacer lo que me había dicho, dure aproximadamente 2 horas, parecía que ya había quedado listo aunque aún faltaban 2 días y estaba seguro de que mi tía no me los perdonaría. Me despedí y me fui a mi casa, ya estaba a unas cuantas casas de llegar a mi casa, en eso me distraje pues me había parecido ver a lo lejos al hermano de Paul, caminaba sin mirar al frente cuando de pronto sentí que había chocado con alguien y en efecto cheque con una chica
-¡perdón! No me fije disculpa –no supe que mas decir, vi que ella se levanto muy molesta y eso me preocupo
-¡¿por qué no te fijas bien por donde caminas!? ¿Que no tienes ojos o qué? –me grito más que molesta, aunque yo vi algo más que su molestia pues me parecía una muy linda chica, ojala y más a menudo chocara con ese tipo de chicas tan lindas
-lo siento, de verdad que iba muy distraído –no me quedo más que decir, la ayude a levantarse con mucho cuidado pues no quería que volviera a caer, pues entonces si me mataría, cuando ya estaba de pie quise tomar su bolso que estaba todavía tirado y ahí fue donde volvió a gritarme
-¡¡no te atrevas a tocar mi bolso!! – ¡valla pero que chica! Nunca me imagine que un bolso fuera tan importante para ellas, así que lo deje donde estaba y me volví a disculpar
-ok, está bien, discúlpame –le dije muy apenado, me molesto haberle ocasionado este mal rato a esta chica. Después volteo a verme a la cara, ¡por fin! Pude ver que tenía los ojos más lindos del mundo, esta chica sí que me había llegado del cielo era más que hermosa
-¿aun sigues enojada con migo? –le pregunte con una media sonrisa, se me hizo extraño que no me contestara y que su expresión ya no fuera de enojo sino de asombro
-hola ¿sigues ahí? –le pregunte mientras movía mi mano en frente de su vista, pues se había quedado inmóvil
-perdón es que ya me tengo que ir –me dijo de repente, mire su ropa y vi que estaba llena de lodo, me sentí sumamente avergonzado con ella
-oye pero no quise arruinar tu hermoso abrigo, mira como quedo –lo señale, cosa que no debí de haber dicho, pues ella se volvió a enojar y volvió a gritarme
-¡no puede ser! ¡Mira nada mas como me lo dejaste! ¡¡Mama va a matarme cuando me vea así!! –grito tan fuerte que varias personas que caminaban por ahí voltearon a vernos, ahora no sabía si me daba pena verla sucia por mi culpa o ver cómo nos miraban todos
-rayos! Perdón no sé cómo disculparme –le dije para que se calmara un poco
-pues me harías un bien yéndote de mi vista –me dijo molesta y aventándome para que ella pasara, por poco y caigo también yo al lodo cosa que ella hubiera disfrutado mucho, -tan linda y tan enojona-, pensé. Poco a poco se fue alejando, en eso voltee para atrás y cuando regrese mi mirada a la chica a no estaba
-es bruja? –me pregunte al ver que había desaparecido de un momento a otro, en fin cruce la calle y entre a mi casa, pero aun seguía con la incógnita de quién sería esa chica, me había parecido muy hermosa todo el resto del día pensé en ella. Esa noche me llamo Paul diciéndome que iría al jardín delantero de la iglesia St. Peter por que iba a haber un tipo festival donde tocaría el amigo de otro de nuestros compañeros de clase
-que dices George, vamos? –me decía Paul animado
-gracias Paul pero debo de ir con mi tía, tu sabes de que hablo –le dije molesto, pues era por su culpa que yo fuera todos los días a casa de mi tía la amargada
-no me digas que aun no te levantan el castigo? –dijo admirado y con cierto tono en su voz de alegría, yo no le conteste nada, solo refunfuñe
-bueno pues me hubiera gustado que me acompañaras
-a mi también, sirve que me distraigo un poco de todo –dije en tono de enfado
-bueno George debo colgar, luego te veo –cuando colgué el teléfono me fui a mi recamara a hacer lo que más me gustaba en el mundo, tocar mi guitarra.
A la mañana siguiente Salí a casa de mi tía, al salir de ahí fui a comprar unas cosas al centro. Pase por una tienda donde vendían ropa así que entre, no tenía nada más que hacer. Mientras buscaba algo interesante me tope con un abrigo que tenia puesto un maniquí, de pronto vi a la chica que tire sin querer con ese abrigo –si tan solo la volviera a ver le obsequiaría este abrigo –pensé, pues creía que le gustaría, se me hacia bien. –Pero ni en mil años me la volvería a topar –volvía a pensar desilusionado y dirigiéndome a otro lado. Me compre un par de camisas blancas, pues la única que tenía ya se me estaba gastando mucho. Iba rumbo a mi casa pensando en infinidad de cosas, tenía pensado ir a visitar a Paul para quizás ir por ahí, cuando a lo lejos me pareció ver a la chica que tire, acelere mi paso para percatarme de que si fuera ella, y al ver que si era me llene de emoción, comencé a caminar más rápido, cruce la calle y la salude
-hola –dije tímidamente, pues no sé ni por que la había saludado, no tenia tema de conversación con ella
-hola, que pequeño es el mundo –me dijo sin mirarme, notaba en ella mucha indiferencia hacia mí
-aquí es donde vives? –le pregunte
-por desgracia –me contesto con voz muy baja, así que casi no le entendí si me había dicho eso u otra cosa
-perdón?
-si aquí es donde vivo –me dijo algo molesta, creo que le había incomodado que supiera en donde vivía, pero para mí era la gloria pues la tenia justo en frente de mi casa, aproveche para pedirle disculpas de nuevo pues quería poder invitarla a alguna parte y molesta sería imposible
-oye, quisiera pedirte disculpas, es que en verdad estaba distraído y no te vi, en realidad no lo hice a propósito –puse mi mejor cara de arrepentimiento, en eso me interrumpió
-está bien te perdono aunque eso no haga que mi abrigo este limpio de nuevo –valla! Pero como le puede importar tanto una prenda, pensé
-y podría saber tu nombre? –le pregunte ansioso pero a la vez temeroso, duro mucho para contestarme, creí que no me lo diría
-Frida
-lindo nombre –las palabras se me salían de la boca sin pensar en lo que ella pudiera decir, también yo decidí decirle mi nombre
-yo me llamo –en eso me interrumpió para decir ella mi nombre, cosa que me dejo completamente sorprendido, -como puede ser que ella si me conozca y yo no? –me pregunte
-George Harrison –me nombro con un tono de enfado, como si estuviera cansada de escucharlo o repetirlo
-qué? De donde me conoces? –me mataba la curiosidad, pero ella me dejaría así pues no quiso seguir platicando con migo
-sabes no tengo tiempo de platicar con tigo –me dijo para después darse la espalda y caminar hasta la entrada de su casa, en eso me arme de valor y le hable
-espera! Oye espera! –le grite en repetidas ocasiones pero ni siquiera volteo, entro a la casa y note que se asomaba por la ventana, yo no pensaba moverme de ahí hasta que saliera, pero paso Michael, el hermano de Paul
-hey George! Que hay! –me saludo
-hola Mick –dije casi sin mirarlo
-oye Paul tiene algo que decirte –me dijo mientras me encaminaba hasta la acera de enfrente
-pero es que en este momento no puedo –le dije
-lo que tengas que hacer hazlo después –no me quedo de otras más que ir a casa de Paul para escuchar lo que me tenía que decir, que era que lo habían invitado a tocar en un grupo, al parecer eso lo entusiasmaba mucho, me daba mucho gusto por él.

Ese día en la noche me llamaron diciendo que acababa de morir la madre de Paul, no lo podía creer pues acababa de ir con él, aunque no toco mucho el tema de su madre pues siento que lo incomodo. Así que decidí ir a casa de Paul para darle el pésame.
Al llegar lo vi sentado afuera de su casa con una chica
-Paul amigo cuanto lo siento –lo salude
-oh George gracias por venir –se levanto y nos dimos un fuerte abrazo, mire a la chica y vi que era Frida, no lo podía creer el destino se empeñaba a juntarnos
-hola Frida nunca creí que fueras amiga de Paul –le dije asombrado
-pues sí, bueno a penas nos conocimos hoy –me decía mientras se levantaba y acomodaba su lindo vestido
-ustedes ya se conocían? –nos pregunto Paul
-si, por desgracia –murmuro ella, aun seguía molesta con migo y eso no me gustaba nada
-por qué dices eso Frida? –pregunto Paul
-podría decirse que la forma de conocerlo no fue la adecuada –dijo mientras me volteaba a ver
-pero ya te pedí perdón muchas veces! –le volví a recordar, valla pero que rencorosa
-pues que le hiciste amigo? –me pregunto Paul
-luego te platico –conteste. Después de eso nos sentamos a charlar los tres, eso me gustaba pues así Frida sabría más de mí y yo de ella, después llegaron unos chicos que después me entere que eran los Quarrymen del grupo en el que ahora estaba Paul. Uno de ellos se acerco con Frida a platicar durante mucho rato, eso me molesto y mucho, pues se veían platicando de lo más a gusto. Ella notaria que la veía y al parecer la había incomodado. De inmediato pensé en el abrigo que había visto esa mañana y decidí ir a comprarlo para regalárselo, tal vez así me perdonaría por completo y aceptaría salir con migo a tomar algo.
Y así fue, como lo tenía pensado. Fui muy temprano a comprar el abrigo, pedí que me lo envolvieran con un gran moño, se veía algo cursi con la envoltura en rojo y el moño en rosa pero era lo que a las chicas les gustaba, yo solo sabía lo que a mi hermana le gustaba así que supuse que también a Frida.
Llegue a su casa y toque la puerta, acomode un poco mi cabello y en eso se abrió, para mi fortuna ella había abierto la puerta aunque su manera de recibirme no fue la esperada, comenzaba a molestarme su forma de tratar a la gente, pero aun así me encantaba
-tú qué haces aquí?? Vete!! –me dijo muy molesta
-oye porque me tratas así? Sabes me gustaría conocerte mas –le dije sonriente, ella solo me miraba algo molesta
-yo no quiero ni me gustaría conocerte –me grito, estaba a punto de cerrarme la puerta pero yo la detuve
-espera por favor no cierres la puerta –le dije mientras la sostenía con mi mano izquierda
-que quieres! Ya rápido porque tengo mucha prisa –me dijo apresuradamente
-no te quitare mucho tiempo solo quería… -me detuve, pues no sabía cómo iba a reaccionar
-querías que? –me pregunto muy cortante
-quería obsequiarte esto –extendí mi mano derecha y le entregue el regalo, mire que en su rostro se dibujaba una pequeña sonrisita, creo que era la primera vez que se sonreía con migo, al ver que si le había agradado me sentí algo tranquilo
-espero que te guste –le dije, anhelaba que así fuera, pues tendría más a mi favor
-y se puede saber porque me traes regalos? –me dijo tratando de aparentar enojo, lo cual le fallo porque estaba seguro que le había gustado el detalle
-pues como arruine tu abrigo quise regalarte otro para ver si así me perdonas de una vez por todas y dejas de mirarme con indiferencia –le dije apenado, pues eso anhelaba, que me dirigiera la palabra de lo más normal olvidando todo aquello
-no te hubieras molestado, es mas perdóname tu a mi por haberme portado tan mal no sé por qué me comporte así con tigo –me dijo en tono diferente al anterior, eso hizo que sonriera, el regalo había logrado lo que yo quería
-está bien, ambos nos perdonamos, de acuerdo? –me dijo sonriente, sentía que sería todo diferente de aquí en adelante
-está bien –le extendí mi mano para hacer las paces, en eso respire hondo, pues me sentía aliviado, ahora si podía irme tranquilo
-bueno… pues… debí irme –le dije mientras soltaba poco a poco su mano
-también yo, tengo algo de prisa –me dijo
-está bien, no te quito mas tu tiempo, espero verte pronto –le dije sin dejar de verla mientras caminaba hacia atrás, me sentía tan estúpido haciendo esto, pero comenzaba a sentir algo por ella, algo más que especial
-pues ojala que se vuelva a dar una coincidencia –me dijo para después gritarme ¡cuidado con los escalones! –eso me hizo voltear de una buena vez por donde iba poniendo mis pies
-oh gracias por poco y me caigo –le dije antes de bajar los escalones, me quede un rato ahí viéndola, en realidad que me quería quedar ahí pero ella llevaba prisa así que me despedí
-me voy tengo que ver a un amigo, cuídate y hasta luego –me di la media vuelta y Salí de su casa, cerré el cancel y me despedí de nuevo de ella, alcé mi mano y ella respondió de la misma manera, comencé a caminar, estaba más que feliz, me moría de la curiosidad de saber que estaba pensando, sonreía como un tonto, jamás una chica me había traído así, era una sensación inexplicable, pero de lo que si sabia explicar era de que ella me gustaba y mucho.





algo largo el capitulo D:!! pero así serán xD unos largos otros mas cortos pero en fin... espero que les haya gustado el primer capitulo de i need you versión 2 xD se me cuidan =) y espero sus comentarios opinando sobre la nove :D saludos para todos

1 comentario:

  1. :DD me recordaste los primeros caps. de I Need You :D hahah esa frida XD & :333 George tan tierno *w* C: hehe!

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