8 de febrero de 1964 ¡llegamos!...
Pasaron infinidad de cosas durante la última vez que vi a Frida hasta esta fecha, Joan había tenido a un bebe que ahora tenía casi un año, se parecía muchísimo a John. Viajamos por muchas partes y conocimos a infinidad de gente, entre ellas yo había conocido a una modelo que me había parecido muy encantadora. El 8 de febrero de ese año llegamos a los estados unidos, era increíble como fue el recibimiento todos estaban locos por nosotros, ahí escuchamos una frase que nos haría reír “Beatlemanía” vaya clase de manera de nombrar su euforia. Al día siguiente pasaría lo que siempre había soñado durante todo este tiempo, ver a Frida de nuevo.
9 de febrero de 1964 ataque de celos…
Esa mañana nos fuimos a ensayar al canal de la televisora CSC donde transmitirían el programa de Ed Sullivan donde saldríamos por la noche.
-¿están nerviosos? –nos preguntaba Paul
-un poco –dije sin mirarlo mientras conectaba mi guitarra al amplificador
-todo tiene que salir perfecto –dijo John más que entusiasmado
-lo será –dijo Ringo
-¡Joan! ¡Deja de cuidar a Julián aquí no le pasara nada! –le gritaba John al ver a Joan detrás de Julián en el escenario
-tengo miedo que camine hasta las sillas y caiga John –le decía molesta
-los niños crecen con golpes –dijo Paul entre risas, Joan lo miro molesta
-¡cuando tengas un hijo te diré eso! –John comenzó a reír
-ya hombre dejen de discutir y vamos a ensayar –les dije
-ok comencemos –comenzamos a tocar, todo salió bien el audio era bueno solo faltaba el publico pero eso sería en la noche. Regresamos al hotel creo que dormiría un poco pues estaba bastante agotado no había dormido bien en dos noches.
-iré a dormir un momento –les dije mientras me sentaba en mi cama
-hey George, tenemos que planear lo de hoy en la noche –me decía George mientras se sentaba en el sillón que estaba frente a mi cama
-ya todo está planeado –le dije
-John, iré a dar una vuelta me llevare a Julián –dijo Joan entrando al cuarto, en eso escuchamos que alguien salía de mi cama, nos pusimos muy nerviosos
-Dannie? ¡Dannie eres tú! –corrió ringo a abrazarla, no lo podía creer que hacia Dannie debajo de mi cama
-si ringo soy yo –decía muy feliz de volver a ver a ringo
-¡pero como demonios! –grito Joan
-te lo dije Joan, ¡gracias a ti se hicieron más atrevidas! Mira que atreverse a venir hasta nueva york –decía John, entonces estaba seguro de que Frida también se encontraba aquí
-¿y Montse donde esta? –pregunto Paul algo eufórico
-bueno ella creo que no tuvo éxito al parecer la sacaron del hotel
-y Frida? –pregunte ansioso, tenía tantas ganas de volverla a ver
-bueno Frida esta… -entonces ella me haría una seña de que estaba debajo de la cama, yo sonreí me la imaginaba debajo de mi cama, me hinque y me asome, la vi ahí tapándose la cara con sus brazos, creyendo que así no la vería, sonreí al verla
-Frida! Mi pequeña Frida sal de ahí ya te vi –ella comenzó a levantar su cabeza y me miro, note que se puso muy nerviosa, también yo estaba hecho un manojo de nervios, la tome por los brazos y la saque de ahí para después ayudarla a levantarse, mientras ella se sacudía yo la miraba con mucho amor, estaba realmente hermosa se veía más mujer sentí que la amaba mas
-¡dios! Estas más linda que antes –ella me miro tímidamente
-¿en serio? Yo siento que me veo igual o peor –yo me sonreí y la tome por el rostro para mirarla mejor
-claro que sí, siempre lo has sido solo que ahora eres mas linda –nos quedamos en silencio. Después Joan nos interrumpiría para saludarla. Después nos contarían sobre el primo de Montse y Dannie, cesar y de sus amigos janis y Fred que se encontraban abajo en la calle esperándolas. Así que decidieron bajar por ellos para decirles que estaban bien y también porque quizás Montse estaría con ellos.
Cuando regresaron nos presentaron a cesar y a Fred y janis, había algo en ese cesar que no me gustaba, pues miraba a Frida de una manera que me molestaba y mucho. Comenzamos a platicar todos en la sala cuando de pronto note que Frida y ese tal cesar se alejaban de nosotros, me quede mirándolos durante todo el tiempo, se sonreían y hasta se tomarían de las manos, eso me dolió muchísimo –claro se canso de esperarme y ya se busco a alguien mas –pensé mientras seguía mirándolos, no podía creer le cinismo de Frida de restregarme a su nuevo noviecito en mi cara. El acabose fue cuando vi como se abrazaban eso si que no lo tolere tenía unas ganas inmensas de partirle la cara a ese imbécil, regresarían con nosotros y se sentarían juntos, eso termino por enfurecerme.
Faltaba poco para ir al programa, pero antes tenía que hablar con Frida respecto a ese… cesar
-Frida ¿podemos hablar? –le pregunte molesto
-claro George –no le respondí solo le pedí que me siguiera, así que entramos a mi recamara, se sentó en el sofá y yo en la cama estaba verdaderamente molesto, tome una revista y comencé a ojearla
-Frida ¿todo este tiempo te la pasaste sola? –le pregunte sin mirarla
-¿te refieres a que si estuve con alguien más? –yo deje de ojear la revista y la mire fijamente, me sentía tan traicionado
-así es, a eso me refiero
-bueno yo –la interrumpí
-para que te lo pregunto si te acabo de ver –me levante y me asome por la ventana, me sentía muy mal, me sentía un estúpido, como pude creer que Frida me quería si nunca me quiso
-¿que viste? –Me pregunto, -¡que sínica! –pensé mientras me volteaba a verla
-pues como hablabas y tomabas de las manos y abrazabas a ese chico. El primo de Montse, se ve en su mirada que te quiere muchísimo y tú pues ni siquiera te le despegaste de él –le reclame, el coraje me hizo sacar todo eso
-¡por dios George estas celoso! -me grito, aunque así lo fuera no quería decirle que si pues no quería sentirme más estúpido y que ella sintiera compasión por mí, así que hice como si no me importara
-no Frida estoy bien, lo único que me molesta es que te hayas atrevido a pasar por encima de nuestra relación –le dije bastante enojado
-no George eso no es verdad –la volví a interrumpir
-yo comprendo que no duráramos ni siquiera un día de novios lo sé, pero por favor Frida no me restriegues a tu novio en mi cara sabiendo tu perfectamente que yo te amo –vi como ella me miraba bastante triste y preocupada pero eso no me importo, era más que obvio que me mentía, me dolía verla, tenía ganas de abrazarla y besarla pero ella ya no me amaba, estaba seguro pues ya tenía a cesar a su lado
-¡¡George basta déjame hablar!!! –le grito, yo ya no quise seguir hablando con ella
-después por que en este momento debo ir a tocar en un programa –le dije sin mirarla para después salir y azotar la puerta, todos me mirarían algo extrañados por mi reacción pero no dije nada
-¡ya vámonos! ¿Qué demonios esperan? –les grite entonces vi como cesar entraba a la habitación donde estaba Frida, me enfurecí y Salí del cuarto, comencé a caminar hasta el elevador, sentía unas ganas inmensas de llorar, entre y vi que Paul corría para alcanzarme
-¿que paso George? –me pregunto mientras entraba al elevador
-¡nada Paul no me molestes! –dije molesto
-te vez muy mal George ¿que paso ahí adentro? –me preguntaba insistentemente al ver mi reacción
-nada Paul! Nada no me preguntes que no quiero hablar de eso –dije mientras miraba el conteo del elevador
-¡¡entonces si paso algo!! Dímelo soy tu amigo, quizás pueda ayudarte –yo lo mire unos segundos y después le conté
-Frida y cesar son algo más que amigos –sentí como se me llenaban los ojos de lagrimas pero logre contenerlas pero después sentiría una opresión en el pecho, me sentía de lo peor
-¡no lo puedo creer! –decía Paul incrédulo, le conté lo que vi entonces el comenzaría a dudar.
Estábamos en los camerinos esperando nuestro turno para salir, todos afinábamos nuestros instrumentos y yo no dejaba de ver a Frida, se veía muy triste y yo me sentía muy mal.
-bien chicos ya casi estamos a punto de salir –Brian siempre nos hablaba así como si el también fuera a salir con nosotros, lo hacía para darnos más confianza
-gracias Brian, esperamos a que nos digas –contesto ringo
-llevare a los chicos a que tomen asiento en el publico –nos decía mientras se dirigía a los demás, yo solo veía como se iba Frida, quería correr a abrazarla y decirle que la amaba pero no tenia caso ella ya tenía a alguien mas
Salimos a tocar me la pase estupendamente bien, los chicos y yo no podíamos creer todo lo que nos estaba pasando. De pronto vi que cesar y Frida se habían sentado juntos, trate de ignorarlo pero mi mirada se empeñaba en recaer ahí
Cuando íbamos rumbo al hotel Paul y Ringo me animaban para que hablara con Frida pero yo simplemente no podía
-¡vamos George! –decía Paul
-para ti es muy fácil decirlo, aparte ya no hay nada que decir todo es más claro que nada –le decía sin mirarlo
-¡que te parece si la reconquistas! ¡Le regalas un ramo de flores y le cantas una canción a solas! –me decía Ringo de lo más romántico, yo solo lo mire de mala gana
-déjenme chicos, ella y yo no volveremos a estar juntos –les decía sin mirarlos, me sentía profundamente mal
Cuando regresamos al hotel me fui a mi habitación pues quería estar solo un momento pero escuche que alguien abría la puerta, mire de reojo y vi que era cesar, me dieron inmensas ganas de golpearlo pero me contuve y lo ignore hasta que me hablo
-¿George podemos hablar? –me preguntaba mientras caminaba lentamente hasta donde me encontraba, me quede en silencio unos segundos y después lo mire
-tú y yo no tenemos nada que hablar –y en verdad él y yo no teníamos por qué hablar
-George, no te quitare tu tiempo seré breve –me decía insistentemente, yo seguía sin mirarlo. Sabía que el seguiría pidiéndome que habláramos así que lo deje que me dijera todo lo que él quiso
-te escucho –dije de mala gana
-bueno primero que nada quisiera decirte que entre Frida y yo ¡no existe absolutamente nada! A penas la conocí el día de antier y de hecho apenas el día de hoy pude platicar con ella más directamente –yo no decía nada, solo lo dejaba hablar aunque no le creía nada
-debes creerme George, por lo poco que he visto Frida es una buena chica jamás te engañaría, ¡ella te ama me lo dijo! –yo voltee de golpe para verlo, intente decirle algo pero no me atreví, si en realidad el fuera algo de Frida jamás me hubiera dicho eso
-bueno eso es todo y sería muy mal de tu parte que no le dirigieras la palabra, por lo menos ella se merece una disculpa por cómo le hablaste –me senté en la cama y tape mi cara con mis manos
-¡esto no puede ser! –Me decía a mí mismo, pues no podía creer la estupidez que había hecho – ¡tengo que controlarme!! –mis malditos celos me habían traicionado y ahora no sabía ni como remediar el error. Salí del cuarto y la vi ahí sentada platicando con Joan, camine unos cuantos pasos hasta donde estaba ella pero algo en mi me lo impido así que retrocedí y me acerque a Paul
-¿que ocurre George? Te noto algo preocupado –me pregunto Paul antes de que yo le dijera algo, valla que me conocía bien
-es que me deje llevar por un arranque de celos –le decía desesperado, me sentía como un estúpido
-te escucho –dijo Paul mientras me llevaba a otro lado donde no nos escucharan
-es que pensé mal de Frida!, ¿recuerdas que te dije que creí que entre Frida y cesar existía algo más?, y que le reclame a Frida de una manera muy… -estúpida- solo lo pensé –soy un idiota Paul! Ahora no me atrevo a pedirle disculpas –Paul no me decía nada solo me miraba
-eres un idiota ¿sabias? Tanto trabajo que te costo tenerla junto a ti, tanto tiempo que estuviste alejado de ella ¿y la tratas así? ¡Como se te ocurre George! ¡Si apenas se acababan de conocer hace 2 días! Me lo dijo Montse –yo miraba a Paul con mucha tristeza, pues todo lo que me decía era la verdad
-lo se me lo dijo el mismo –mire el suelo, metí las manos a las bolsas de mi pantalón era seguro que ahora si derramaría una lagrima
-¡vez! Ahora tienes que ir con ella y pedirle una gran disculpa –me tomo por los brazos y me giro para después empujarme
-no me atrevo Paul, ¡que va a decir! En verdad que se me cae la cara de vergüenza –decía bastante preocupado
Pues entonces resígnate, porque si no hablas con ella dudo que ella lo haga –sentí un escalofrió que recorrió todo mi cuerpo cuando escuche eso, en verdad que no la quería perder
-ayúdame Paul –le pedí, pues él era experto en ser amable con las chicas
-¿pero yo como? No se George creo que eso te corresponde solo a ti me gustaría ayudarte pero de verdad no sé cómo, eso no me corresponde –me decía mientras tocaba mi hombro para después irse, ¡yo me quería morir! Me fui a la habitación de John y me asome por el pequeño balcón, miraba la ciudad todo tan ajeno a mis sentimientos, porque tuvo que morir stu? Quizás yo ya la hubiera olvidado y no estaría pasando por esto –se me veían una infinidad de pensamientos absurdos, estaba desesperado tenía que hacer algo pero no sabía cómo. Regrese a la sala y prendí el televisor, quería distraerme con algo pero era imposible. Escuche que cesar iba a salir y después de eso escuche que Frida le diría –espérame iré con tigo –voltee a verla pero ella no me miraba, se acerco hasta mi para tomar su abrigo que estaba junto a mí, ¡ni siquiera me volteo a ver! Eso sí que me enfureció –pues si no eran algo lo serán –pensé al ver como Frida se iba con cesar sin ni siquiera voltearme a ver, mire a Paul y él me guiño un ojo para después salir del cuarto, me moría de ganas por saber que fue a decirle Paul así que me levante y me asome por la puerta y los vi ahí que caminaban hasta el elevador
-¿hey a donde van? –les pregunto Paul, después voltearon
-no tardamos iré a hacer una llamada –respondía cesar
-y tu Frida ¿por qué no te quedas? –le pregunto Paul, eso era precisamente lo que quería saber, porque ella se iba con el
-es que quisiera tomar un poco de aire, me agobia ver tantas parejitas en ese cuarto –decía entre risas, me moleste muchísimo pues era más que obvio que no quería estar con migo, vi como entraban de lo más felices al elevador – ¡maldición!! ¡Estarán solos ahí adentro! –pensé muy molesto, tenía unas inmensas ganas de bajar para verlos en la planta baja y seguirlos pero eso era imposible ya no era como antes, ahora me era muy difícil salir a la calle, eso me hacía sentir como un prisionero
-tranquilo George, lo intente –me decía Paul mientras que entraba de nuevo al cuarto
-¡maldición! ¡Créeme que si no fuera un Beatle saldría tras de ella! –gritaba eso mientras entraba tras de el
-en estos casos es cuando extraño los viejos tiempos –me decía John al escucharme
-si lo sé –dije sin mirarlo
-no te preocupes George ya tendrás el valor y el lugar para hablar con ella –me decía John con una enorme sonrisa que en vez de darme risa me enojo
-¿y tu como es qué? –quise preguntarle cómo es que sabía todo esto pero me interrumpió
-Joan me lo conto todo –me decía igual de sonriente
-entiendo –dije sin mirarlo
-creo que todos ya saben –grito Paul entre risas, yo mire a todos bastante cerio
-¡cállate Paul no te rías de mi desgracia! –le dije muy molesto, pues para él era como un gran chiste
-¡es que George por tu timidez la estás perdiendo! –me grito Paul, pues si yo era muy tímido, y el no así que se le hacía muy extraña mi actitud porque él nunca me comprenderá
-así es George, que tal que en este ir y venir cesar y Frida regresen tomados de la mano –me decía George, ¡eso me enfureció muchísimo! No quería ni imaginármelo
-¡cállate!!! ¡Eso no pasara! –le dije más que molesto, al parecer todos lo tomaban a la ligera
-esperemos que no George –concluyo Ringo, él era el único que se veía que me comprendía un poco más, no dije nada y volví asentarme en el sillón. Comencé a impacientarme pues ya habían durado mucho
-¿por que duran tanto esos dos? –me levante muy molesto y comencé a caminar por todas partes, no encontraba mi lugar
-cálmate George, quizás no encuentren un teléfono –decía Paul para calmarme
-o quizás estén charlando por ahí –me dijo John
-cállate John no sigas con eso que no es gracioso –lo mire muy molesto
-ya deja de decir estupideces John, ¿que no vez que se siente muy mal? Aparte no creo que pase algo entre esos dos, conozco muy bien a mi amiga y ella te ama a ti George –dijo Joan, yo la mire algo confundido
-¿entonces por qué hace esto? ¡Porque no se quedo aquí! –quise saber
-no lo sé, eso sí que no lo entiendo –me contesto ella sin mirarme como buscando una respuesta. 2 minutos después tocarían la puerta, estaba seguro que eran ellos, corrí a abrirla y los vi ahí fue lo más doloroso que he visto, Frida sonriéndole a cesar de lo más feliz y él acariciando su hermoso rostro, me quería morir, quería matar a golpes a cesar, ellos me miraron y al verme cesar dejo de reír pero Frida siguió como si nada, ¡ni siquiera me miro, seguía ignorándome!! Corrí a mi habitación y me recosté en la cama abrace una almohada y cerré los ojos para impedir que salieran las lagrimas, solo pedía que todo esto pasara rápido porque me mataba lentamente, me quede profundamente dormido y no supe mas.
A la mañana siguiente fuimos a desayunar a un restaurante que estaba en el centro de nueva york, yo seguía muy molesto con Frida aunque note que entre ella y cesar ya no había comunicación de ningún tipo ni siquiera visual, pero no me importo pues yo ya no quería rogarle mas
-vamos George ya te dije que entre ella y cesar no existe nada –me decía Paul al verme ausente
-pero lo habrá –le respondí sin mirarlo, pues era más que obvio que entre ellos dos habría algo
-¿por que lo dices? –me pregunto
-¿no viste como llegaron ayer? –lo mire muy molesto, con el solo hecho de recordarlo me enfurecía de nuevo
-si George pero Frida no sería capaz –me dijo Paul
-pues creo que esta Frida ya no es la que yo conocía –pues para mi había cambiado mucho desde la última vez que la vi hasta este momento, esta Frida para mí era más fría y mas indiferente, en cambio la otra era todo lo contario era muy sensible
-creo que te lo tienes muy bien merecido George, le dijiste unas cosas muy feas –me dijo Joan, ella tenía razón jamás le debí de haber hablado así, el solo hecho de recordar todo lo que le dije me hacía sentir un estúpido
-si yo se que cometí un gran error en decirle todas esas cosas pero es que los celos me segaron por completo
-pues que te sirva de experiencia para la próxima –me dijo Joan
-tienes que apurarte George, porque si sigues sin decirle nada ella no va a querer ir a Washington sin nosotros, Montse y Dannie si irán –esas palabras me hicieron sentirme peor, lo único que se me vino a la mente fue la frase –la perdí- estaba seguro que eso pararía, ella regresaría a Londres y nunca la volvería a ver, solo quedaría como un hermoso recuerdo.
*w* me acuerdo cuando escribí eso! xD bueno pues aquí les dejo este extenso capitulo xD jajajjaa espero que les guste y espero que lo estén leyendo D:!!! bueno pues me paso a retirar, subiré capitulo a la nove de stu xD sale se me cuidan :D
martes, 31 de enero de 2012
martes, 24 de enero de 2012
07
Agosto de 1962 volverla a ver…
Sería la última vez que tocaríamos en la caverna, pues ya era imposible que tocáramos ahí por muchas razones, entre ellas la paga.
-Brian dice que hay mucha gente afuera –nos decía Paul mientras afinaba su bajo
-sería fabuloso si entre el público estuvieran las chicas –les dije mientras tomaba mi guitarra
-hay que tratar de buscar entre la multitud aunque será difícil –nos decía John, pues ese lugar era muy obscuro
-bien chicos hay que salir, está todo listo –entro Brian diciéndonos
-bueno pues, vamos –dijo John, todos salimos y tomamos nuestros lugares, en verdad que había mucha gente el lugar era sofocante de por sí y con esa gente era aun mas. Comencé a buscar a Frida pero no la encontré por ningún lado –es imposible que este aquí –pensé, así que me olvide de eso. Al terminar salimos por la parte de atrás, aunque había demasiada gente logramos llegar al auto pero antes de que yo entrara escuche que alguien me gritaba de manera desesperada, la voz me parecía muy familiar así que voltee, mi corazón latió de nuevo al ver que era Frida la que me gritaba. Intente acercarme pero fue imposible porque Brian y Neil no me dejaron
-vámonos chicos, si nos quedamos aquí nos aplastaran –decía Neil Aspinall mientras nos abría la puerta del coche
-no Neil, espera tengo que ir por unas personas –dije desesperado mientras trataba de pasar entre la multitud
-claro que no Harrison!! ¿Estás loco?? –me grito Brian para después bloquearme el paso
-por favor Brian tengo que ir por esas chicas –le suplique mientras miraba a Frida y Joan
-de ninguna manera Harrison –me contesto muy molesto
-vamos Brian por favor –suplico John
-¡¡no y no, Tenemos que irnos ya!! –grito fuertemente y nos quedo de otra más que subir al coche, pero tenía que hacer algo así que tome un pedazo de papel que estaba ahí adentro del auto
-¿alguien tiene una pluma? –pregunte
-yo –me contesto Brian mientras me la daba
-gracias –comencé a escribir el número de teléfono del cuarto donde nos estábamos hospedando y al final escribí que se veía especialmente hermosa
-Neil por favor hazme un gran favor como amigo que eres –le pedí a Neil que ya estaba a punto de arrancar
-¿Qué ocurre George?
-quiero que te detengas un momento
-¿estás loco George? –grito Brian mientras me miraba
-ignóralo Neil, eres nuestro amigo así que hazle caso a George –le dijo John, después de discutirlo un momento en acepto a detenerse, así que le hice la seña a Frida de que se acercara lo más posible, vi que comenzaron a acercarse Joan y ella así que cuando estuvieron lo más cerca del auto baje el vidrio y le di el papel, se veía tan hermosa me quede mirando cómo nos alejábamos de ellas, tenía unas ganas inmensas de bajarme del auto y correr a abrazarla
-¿vieron que linda se puso mi Joan? –nos decía John mientras miraba por el vidrio trasero del auto
-si John ya miramos –dijo Paul para que se calmara, yo aun seguía sin habla pues aun no podía creer que vi a Frida.
Al llegar al hotel y entrar a nuestro cuarto estaba más que ansioso de escuchar el teléfono sonar, pues estaba seguro que la única llamada que entraría en todo el día sería la de ella.
-cálmate George, mira mejor lee esto –me dijo Paul mientras me daba el periódico para que leyera algo sobre nosotros
-¡Paul por dios! No me pidas que me calme y mucho menos en estos momentos -avente el periódico. En eso sonó el teléfono y yo corrí lo más rápido que pude pero Ringo contesto
-¿si bueno? –Pregunto él mientras me miraba a mí – ¿con quien desea hablar? Tu eres Frida? Ah yo soy ringo Starr, el baterista –risas- eso dímelo cuando te conozca en persona –yo comenzaba a desesperarme pues Ringo le sacaba platica de adrede para verme sufrir
-¡vamos Ringo no seas así!! Ya pásamelaaaa!! –le grite más que desesperado
-bueno te paso a George que esta desesperado por quitarme la bocina –de inmediato le quite la bocina y respire hondo
-Frida? –le pregunte aun ansioso
-George –escuche su linda voz, eso me hizo sonreír
-Frida que alegría volverte a escuchar –le decía con una gran sonrisa, me sentía estúpido pues ella no podía verme y yo haciendo gestos
-también yo –me contesto
-quisiera verte –me moría de ganas de platicar con ella
-¡pero como George es imposible! Lo comprobé esta tarde –me decía entre risas, esa era la única parte que odiaba de comenzar a ser famosos, pues ya no podría andar libre por la calle como antes, así que comencé a pensar en la manera de verla
-tienes razón, pero podrían venir al hotel en donde nos estamos hospedando –le dije mientras miraba a Brian que el con la mirada me decía que no, pero al verme tan ansioso por verla soltó una carcajada y acepto
-creo que esa es una buena idea –note que se había puesto feliz por la idea, al parecer ella también se moría por verme. John comenzaba a molestarme
-¡George! ¡Dile que quiero hablar con Joan por favor!! –le decía mientras jalaba mi saco, yo lo mire molesto
-Lennon quiere hablar con Joan –le dije a Frida mientras lo veía y él me sonreía
-pues dile que se va a tener que aguantar por qué no me queda mucho tiempo –me dijo algo preocupada, así que le dije a John que no podría hablar
-¿tienes en donde anotar? Para pasarte la dirección del hotel –escuche que ella le decía algo a Joan
-no tengo nada para anotar
-no te preocupes te lo diré, espero que no se te olvide –ella se rio, me encantaba escucharla reír
-ok espero que no –entonces le di la dirección del hotel, me dijo que lo conocía entonces me quede tranquilo, pues era seguro que vendría, quedamos que iban a venir al día siguiente. Recuerdo que esa noche no pude dormir tranquilo ni tampoco John
-¡no dormiré! Esperare a que amanezca –nos decía John mientras se paraba frente a la ventana
-¡no digas absurdos Lennon, tienes que dormir mira se pasa más rápido la noche! –le decía Paul
-déjalo, de seguro tampoco yo podre dormir –les decía mientras me quitaba la ropa para meterme a la cama
-bueno pues yo ya me voy a dormir –nos dijo Ringo
-también yo –lo siguió Paul, minutos después todos estaban dormidos menos yo y John.
A la mañana siguiente desayune algo intranquilo, pues no quería salir del hotel por temor a que llegaran en ese momento, al llegar de nuevo pasaron alrededor de 3 horas cuando sonó el teléfono de nuevo
-¡yo contesto! –grito Paul, yo me acerque a él y lo mire ansioso
-¿quien llama? Frida!! Que gusto escucharte de nuevo ¿como están? ¿En verdad están aquí? Ok Frida en un momento bajare o le diré a alguien que baje por ustedes –después de eso colgó el teléfono, yo casi lo mato por no pasármela
-¡oye!! ¡Quería hablar con ella! –le grite
-tranquilo la veras en unos minutos, ya están aquí abajo pero no las dejan pasar
-¡yo iré! –dije mientras me acercaba a la puerta
-no George, iremos Brian y yo tu aquí te quedas –me sentó en una silla
-¡Paul yo quiero ir! –le exigí
-será más emocionante si esperas –me dijo sonriente, no me quedo de otra así que vi como salían los dos
-calma George, también yo quería bajar pero creo que será más emocionante esperar como dijo Paul –me decía John mientras tomaba su guitarra y la tocaba, yo me fui al sillón a ver la tele con ringo aunque sentía que ni la veía por los nervios de volver a ver a Frida,
-¡ya estamos aquí! –grito Brian, todos volteamos a verlas y ahí estaba ella tan hermosa como siempre, me levante y me acerque un poco. John se acerco a Joan a abrazarla y Paul las presento con Ringo
-con que tu eres la famosa Frida –decía Ringo mientras la miraba, en eso yo me acerque
-así es, ella es –me acerque a ella sin dejar de mirarla, ella comenzó a sonrojarse al parecer se había emocionado mucho al verme de nuevo al igual que yo, sentía que mi corazón se salía por la boca
-George que gusto volverte a ver –me dijo tímidamente
-a mi también Frida –no dejábamos de vernos, en eso nos presento a la prima de Montse, Dannie que al parecer a ringo le había agradado y mucho. Después ellos saldrían a platicar mas tranquilamente mientras yo la invite a pasar a una recamara para charlar, quería estar a solas con ella tenía que pedirle que fuera mi novia, ¡no podía más!
Al entrar a la habitación yo me senté en la cama y ella se asomo por la ventana, se veía muy tímida
-¿que se siente? –me pregunto sin dejar de mirar por la ventana
-¿que se siente qué? –le pregunte
-ser famoso y que tengas detrás de ti a cientos de chicas eufóricas de amor –yo sonreí ante su pregunta
-pues es extraño sabes, no tienes la libertar de salir por ahí como antes, eso sí lo extraño micho –le decía recordando aquellos momentos de libertad
-me imagino que sí, es que no puedo creer que lo hayan logrado –me decía sonriente
-si lo logramos, ese Epstein logro que firmáramos para parlophone –le dije con una media sonrisa
-te vez diferente –me decía ya más seria y sin dejar de mirarme, eso me puso muy nervioso
-también tú te vez muy linda yo creí que más que nunca –ella bajo la mirada al parecer se había avergonzado
-gracias George –me acerque a ella y la tome del rostro y ella me miro, tenía unas inmensas ganas de volverla a besar
-sabes, no he dejado de pensar en… -ella me interrumpiría
-¿el beso? –me pregunto tímidamente, yo sonreí
-si en eso
-tampoco yo George
-¿de verdad? –no lo podía creer, ella también había estado pensando en mi todo el tiempo
Si George –me dijo muy apenada, respire hondo –es ahora George –me dije para después hablar
-Frida sabes a mi me gustaría que tu y yo… bueno ya te lo he dicho muchas veces y pues había algo que me impedía acercarme a ti por completo, pero ya no, así que…
-¿stu verdad? –me dijo seria, no quería que se volviera a poner triste por el
Pues si Frida, y quizás si no hubiera pasado eso tu y el estuvieran juntos de nuevo, ¿o me equivoco? –quise saber, pues estaba seguro de que había regresado a Hamburgo para esta con el
-tal vez George –me dijo pensativa y sin mirarme
-tú fuiste a Hamburgo para esta con el de nuevo Frida, lo sé –yo lo sentía así
-si George, es que simplemente no podía vivir sin él, pero creo que ya me estoy acostumbrando –sus palabras me hicieron sentir un poco mal, pues si stu no hubiera muerto jamás hubiera podido tenerla junto a mí de nuevo como en este momento
-pero yo estoy aquí para ayudarte a vivir sin él y para darte fortaleza –la habrase fuertemente y bese su frente
-gracias George –comenzó a alejarse de mi
-sabes mañana salimos de gira y no sabemos cuando regresemos y me encantaría que tu, bueno que todas ustedes nos acompañaran –le dije, pues no quería separarme de ella jamás, quería que estuviera con migo toda la vida
-no George no podríamos –me dijo triste
-por qué no Frida?
-es que tenemos nuestras ocupaciones, aparte es arriesgado –me decía titubeante
-¿arriesgado? Pero si estaremos con ustedes
-si lo sé pero después de ver todo este furor sería peligroso para nosotras pues al vernos con ustedes nos reconocerán cuando estemos solas y es seguro que nos atacaran –yo comencé a reírme con ella, amaba su sentido del humor
-tal vez aunque no lo creo –le dije aun riendo
-mejor esperemos su regreso –me dijo sonriente
-esperamos regresar pronto aunque parece que esto no terminara jamás –le dije preocupado pues teníamos muchas fechas ya planeadas
-por que lo dices
-solo mira por la ventana, y esto es aquí en Liverpool Brian dice que en Alemania tenemos más fans y en parís y en varios lugares, en cierto modo me aterroriza –pues tenia miedo de lo que fuera a pasar en algún futuro, ya nada sería igual
-tranquilo George y alégrate, eso es genial –me decía tiernamente
-¿sabes que sería genial? –le pregunte sin dejar de verla
-¿que George?
-que tu estuvieras con migo en estos momentos para disfrutarlos juntos –le decía mientras la veía sonreír, era lo que mas anhelaba, que ella y yo viviéramos todo esto juntos
-George yo desde hace tiempo que… -intentaba decirme algo cuando entro el inoportuno de Paul para decirnos que si no queríamos ir a cenar a un restaurant
-¡¡Paul se toca la puerteaba!!!!! –le grite más que molesto
-¿perdón estaban haciendo algo? –nos miro con perspicacia
-no nada solo charlábamos –dijo Frida nerviosa
Entonces le pregunte que era quería y nos dijo lo del restaurant, decidimos no ir pues no teníamos hambre, después de charlar varias cosas se fue dejándonos de nuevo solos
-¿y que era lo que estabas a punto de decirme? –le pregunte para que siguiera, pues estaba ansioso por saberlo
-nada George una tontería, aparte ya no me acuerdo –al parecer se había arrepentido de decírmelo
-claro que te acuerdas pero no me quieres decir –me acerque a ella y la tome de los brazos
-es que no se George, no estoy segura de eso –me decía algo nerviosa
-no importa quiero escucharlo –le insistí, ella me miro y se quedo en silencio varios segundos
-es que yo… desde hace ya tiempo que quizás todo comenzó cuando regresamos de Hamburgo que yo… que yo este… -comencé a sonreír, estaba muy nerviosa y comenzaba a sospechar que era lo que trataba de decirme estaba tan emocionado
-que tú que Frida? –le insistí, pues me moría de ganas de escucharlo de su propia voz
-bueno yo comencé a sentir algo muy especial por ti –me dijo sin mirarme y muy nerviosa, algo en mi comenzó a invadirme, me sentía como en un sueño la mujer de mi vida por fin comenzaba a sentirse atraída por mi
-¿en verdad? –le dije bastante feliz
-si George, después tu comenzaste a acercarte más a mí y pues siento que este sentimiento comenzó a crecer –en verdad que no lo podía creer, mi corazón latía rápidamente y sentía un hormigueo en el estomago
-entonces por qué regresaste a Hamburgo a ver a stu? –quise saber
-es que me preocupaba su estado de salud y ve no me equivoque, tenía miedo que estuviera algo grave el siempre se quejaba de dolores de cabeza y me sentía intranquila pues me decían que estaba muy mal –ella bajo la mirada
-pero tú me dijiste que volviste por qué no podías vivir sin el
-es que George, al verlo se me movieron muchos sentimientos al igual que cuando volví a… -se detuvo de pronto
-¿cuando volviste a qué? Que pasa Frida no te detengas –jamás la había visto tan nerviosa, la tome de las manos para que se sintiera mejor pero creo que eso la hacía que se pusiera peor al igual que yo
-es que cuando te volví a ver ayer sentí de nuevo esa sensación extraña –me decía tímidamente, al parecer ambos sentíamos esa sensación, esa sensación que todos llaman amor
-Frida ¿quieres decirme que yo te gusto? –le dije algo feliz, pues eso era lo que trataba de decirle
-no se George quizás es que no estoy segura –yo no aguante mas y la abrace fuertemente
-me haces tan feliz Frida con el solo hecho de hacerte sentir algo es para mí algo muy especial –me sentía en las nubes mientras la abrazaba y más si ella comenzaba a corresponderme
-George es que no se qué pasa con migo antes no podía ni verte me caías muy mal y ahora siento anhelos de verte todo el tiempo y de estar con tigo –recordé aquellos días en que me trataba mal y veía ahora que ella no podía dejar de pensar en mi
-mi Frida… –le dije feliz mientras me acercaba a ella, mire sus labios, tenia ansias por besarlos así que sin pensarlo dos veces los bese, me sentía muy feliz al sentir como ella comenzaba a corresponder mi beso y como me abrazaba, yo la abrace y poco a poco nos sentamos en la cama, no dejaba de besarla, nos besábamos de una manera que nunca imagine que pudiera hacerlo la deseaba más de lo que me imaginaba
-te amo Frida, te amo tanto y no puedo vivir sin ti –ella me miro y luego me beso, eso para mí fue lo mejor, un escalofrió recorrió mi cuerpo
-también yo George, te amo y no quiero negármelo mas –no podía creerlo, ¡me amaba! Me llene de un gozo inmenso la abrace y nos recostamos en la cama, ese día sin lugar a dudas fue el mejor de mi vida, miraba el techo con una sonrisa dibujada en los labios, tenía que pedírselo de una buena vez estaba seguro que ella aceptaría
-Frida me gustaría pedirte algo –le dije sin mirarla
-¿que cosa? –me pregunto
-me encantaría que fueras mi novia –por fin se lo dije ella se sentaría en la cama más que feliz mientras yo la miraba fijamente
-¿que dices aceptas? –volví a preguntarle
-¡claro que si George! Quiero ser tu novia – ¡mi corazón estuvo a punto de detenerse al escuchar ese sí! Era plenamente feliz, la abrace fuertemente y la volví a besar, nos recostamos de nuevo y después de un rato nos quedamos dormidos. ¡Era mía por fin solo mía!
Cuando llegaron los demás nos dieron la noticia de que John y Joan se casarían eso me dio cierta envidia pues a mí también me hubiera gustado casarme con Frida para llevármela con migo a todos lados, después nosotros les diríamos que por fin éramos novios, aunque eso duraría muy poco pues al día siguiente partimos rumbo a Londres para después irnos de gira. Duraría muchísimo tiempo para volverla a ver, valla clase de noviazgo, toda esa ausencia me mataba.
D:!!! mucho mucho mucho!!! jajaja pero en fin de ese tamaño salio el capitulo xD espero que les guste :) se me cuidan y gracias por comentar y por leer :D
Sería la última vez que tocaríamos en la caverna, pues ya era imposible que tocáramos ahí por muchas razones, entre ellas la paga.
-Brian dice que hay mucha gente afuera –nos decía Paul mientras afinaba su bajo
-sería fabuloso si entre el público estuvieran las chicas –les dije mientras tomaba mi guitarra
-hay que tratar de buscar entre la multitud aunque será difícil –nos decía John, pues ese lugar era muy obscuro
-bien chicos hay que salir, está todo listo –entro Brian diciéndonos
-bueno pues, vamos –dijo John, todos salimos y tomamos nuestros lugares, en verdad que había mucha gente el lugar era sofocante de por sí y con esa gente era aun mas. Comencé a buscar a Frida pero no la encontré por ningún lado –es imposible que este aquí –pensé, así que me olvide de eso. Al terminar salimos por la parte de atrás, aunque había demasiada gente logramos llegar al auto pero antes de que yo entrara escuche que alguien me gritaba de manera desesperada, la voz me parecía muy familiar así que voltee, mi corazón latió de nuevo al ver que era Frida la que me gritaba. Intente acercarme pero fue imposible porque Brian y Neil no me dejaron
-vámonos chicos, si nos quedamos aquí nos aplastaran –decía Neil Aspinall mientras nos abría la puerta del coche
-no Neil, espera tengo que ir por unas personas –dije desesperado mientras trataba de pasar entre la multitud
-claro que no Harrison!! ¿Estás loco?? –me grito Brian para después bloquearme el paso
-por favor Brian tengo que ir por esas chicas –le suplique mientras miraba a Frida y Joan
-de ninguna manera Harrison –me contesto muy molesto
-vamos Brian por favor –suplico John
-¡¡no y no, Tenemos que irnos ya!! –grito fuertemente y nos quedo de otra más que subir al coche, pero tenía que hacer algo así que tome un pedazo de papel que estaba ahí adentro del auto
-¿alguien tiene una pluma? –pregunte
-yo –me contesto Brian mientras me la daba
-gracias –comencé a escribir el número de teléfono del cuarto donde nos estábamos hospedando y al final escribí que se veía especialmente hermosa
-Neil por favor hazme un gran favor como amigo que eres –le pedí a Neil que ya estaba a punto de arrancar
-¿Qué ocurre George?
-quiero que te detengas un momento
-¿estás loco George? –grito Brian mientras me miraba
-ignóralo Neil, eres nuestro amigo así que hazle caso a George –le dijo John, después de discutirlo un momento en acepto a detenerse, así que le hice la seña a Frida de que se acercara lo más posible, vi que comenzaron a acercarse Joan y ella así que cuando estuvieron lo más cerca del auto baje el vidrio y le di el papel, se veía tan hermosa me quede mirando cómo nos alejábamos de ellas, tenía unas ganas inmensas de bajarme del auto y correr a abrazarla
-¿vieron que linda se puso mi Joan? –nos decía John mientras miraba por el vidrio trasero del auto
-si John ya miramos –dijo Paul para que se calmara, yo aun seguía sin habla pues aun no podía creer que vi a Frida.
Al llegar al hotel y entrar a nuestro cuarto estaba más que ansioso de escuchar el teléfono sonar, pues estaba seguro que la única llamada que entraría en todo el día sería la de ella.
-cálmate George, mira mejor lee esto –me dijo Paul mientras me daba el periódico para que leyera algo sobre nosotros
-¡Paul por dios! No me pidas que me calme y mucho menos en estos momentos -avente el periódico. En eso sonó el teléfono y yo corrí lo más rápido que pude pero Ringo contesto
-¿si bueno? –Pregunto él mientras me miraba a mí – ¿con quien desea hablar? Tu eres Frida? Ah yo soy ringo Starr, el baterista –risas- eso dímelo cuando te conozca en persona –yo comenzaba a desesperarme pues Ringo le sacaba platica de adrede para verme sufrir
-¡vamos Ringo no seas así!! Ya pásamelaaaa!! –le grite más que desesperado
-bueno te paso a George que esta desesperado por quitarme la bocina –de inmediato le quite la bocina y respire hondo
-Frida? –le pregunte aun ansioso
-George –escuche su linda voz, eso me hizo sonreír
-Frida que alegría volverte a escuchar –le decía con una gran sonrisa, me sentía estúpido pues ella no podía verme y yo haciendo gestos
-también yo –me contesto
-quisiera verte –me moría de ganas de platicar con ella
-¡pero como George es imposible! Lo comprobé esta tarde –me decía entre risas, esa era la única parte que odiaba de comenzar a ser famosos, pues ya no podría andar libre por la calle como antes, así que comencé a pensar en la manera de verla
-tienes razón, pero podrían venir al hotel en donde nos estamos hospedando –le dije mientras miraba a Brian que el con la mirada me decía que no, pero al verme tan ansioso por verla soltó una carcajada y acepto
-creo que esa es una buena idea –note que se había puesto feliz por la idea, al parecer ella también se moría por verme. John comenzaba a molestarme
-¡George! ¡Dile que quiero hablar con Joan por favor!! –le decía mientras jalaba mi saco, yo lo mire molesto
-Lennon quiere hablar con Joan –le dije a Frida mientras lo veía y él me sonreía
-pues dile que se va a tener que aguantar por qué no me queda mucho tiempo –me dijo algo preocupada, así que le dije a John que no podría hablar
-¿tienes en donde anotar? Para pasarte la dirección del hotel –escuche que ella le decía algo a Joan
-no tengo nada para anotar
-no te preocupes te lo diré, espero que no se te olvide –ella se rio, me encantaba escucharla reír
-ok espero que no –entonces le di la dirección del hotel, me dijo que lo conocía entonces me quede tranquilo, pues era seguro que vendría, quedamos que iban a venir al día siguiente. Recuerdo que esa noche no pude dormir tranquilo ni tampoco John
-¡no dormiré! Esperare a que amanezca –nos decía John mientras se paraba frente a la ventana
-¡no digas absurdos Lennon, tienes que dormir mira se pasa más rápido la noche! –le decía Paul
-déjalo, de seguro tampoco yo podre dormir –les decía mientras me quitaba la ropa para meterme a la cama
-bueno pues yo ya me voy a dormir –nos dijo Ringo
-también yo –lo siguió Paul, minutos después todos estaban dormidos menos yo y John.
A la mañana siguiente desayune algo intranquilo, pues no quería salir del hotel por temor a que llegaran en ese momento, al llegar de nuevo pasaron alrededor de 3 horas cuando sonó el teléfono de nuevo
-¡yo contesto! –grito Paul, yo me acerque a él y lo mire ansioso
-¿quien llama? Frida!! Que gusto escucharte de nuevo ¿como están? ¿En verdad están aquí? Ok Frida en un momento bajare o le diré a alguien que baje por ustedes –después de eso colgó el teléfono, yo casi lo mato por no pasármela
-¡oye!! ¡Quería hablar con ella! –le grite
-tranquilo la veras en unos minutos, ya están aquí abajo pero no las dejan pasar
-¡yo iré! –dije mientras me acercaba a la puerta
-no George, iremos Brian y yo tu aquí te quedas –me sentó en una silla
-¡Paul yo quiero ir! –le exigí
-será más emocionante si esperas –me dijo sonriente, no me quedo de otra así que vi como salían los dos
-calma George, también yo quería bajar pero creo que será más emocionante esperar como dijo Paul –me decía John mientras tomaba su guitarra y la tocaba, yo me fui al sillón a ver la tele con ringo aunque sentía que ni la veía por los nervios de volver a ver a Frida,
-¡ya estamos aquí! –grito Brian, todos volteamos a verlas y ahí estaba ella tan hermosa como siempre, me levante y me acerque un poco. John se acerco a Joan a abrazarla y Paul las presento con Ringo
-con que tu eres la famosa Frida –decía Ringo mientras la miraba, en eso yo me acerque
-así es, ella es –me acerque a ella sin dejar de mirarla, ella comenzó a sonrojarse al parecer se había emocionado mucho al verme de nuevo al igual que yo, sentía que mi corazón se salía por la boca
-George que gusto volverte a ver –me dijo tímidamente
-a mi también Frida –no dejábamos de vernos, en eso nos presento a la prima de Montse, Dannie que al parecer a ringo le había agradado y mucho. Después ellos saldrían a platicar mas tranquilamente mientras yo la invite a pasar a una recamara para charlar, quería estar a solas con ella tenía que pedirle que fuera mi novia, ¡no podía más!
Al entrar a la habitación yo me senté en la cama y ella se asomo por la ventana, se veía muy tímida
-¿que se siente? –me pregunto sin dejar de mirar por la ventana
-¿que se siente qué? –le pregunte
-ser famoso y que tengas detrás de ti a cientos de chicas eufóricas de amor –yo sonreí ante su pregunta
-pues es extraño sabes, no tienes la libertar de salir por ahí como antes, eso sí lo extraño micho –le decía recordando aquellos momentos de libertad
-me imagino que sí, es que no puedo creer que lo hayan logrado –me decía sonriente
-si lo logramos, ese Epstein logro que firmáramos para parlophone –le dije con una media sonrisa
-te vez diferente –me decía ya más seria y sin dejar de mirarme, eso me puso muy nervioso
-también tú te vez muy linda yo creí que más que nunca –ella bajo la mirada al parecer se había avergonzado
-gracias George –me acerque a ella y la tome del rostro y ella me miro, tenía unas inmensas ganas de volverla a besar
-sabes, no he dejado de pensar en… -ella me interrumpiría
-¿el beso? –me pregunto tímidamente, yo sonreí
-si en eso
-tampoco yo George
-¿de verdad? –no lo podía creer, ella también había estado pensando en mi todo el tiempo
Si George –me dijo muy apenada, respire hondo –es ahora George –me dije para después hablar
-Frida sabes a mi me gustaría que tu y yo… bueno ya te lo he dicho muchas veces y pues había algo que me impedía acercarme a ti por completo, pero ya no, así que…
-¿stu verdad? –me dijo seria, no quería que se volviera a poner triste por el
Pues si Frida, y quizás si no hubiera pasado eso tu y el estuvieran juntos de nuevo, ¿o me equivoco? –quise saber, pues estaba seguro de que había regresado a Hamburgo para esta con el
-tal vez George –me dijo pensativa y sin mirarme
-tú fuiste a Hamburgo para esta con el de nuevo Frida, lo sé –yo lo sentía así
-si George, es que simplemente no podía vivir sin él, pero creo que ya me estoy acostumbrando –sus palabras me hicieron sentir un poco mal, pues si stu no hubiera muerto jamás hubiera podido tenerla junto a mí de nuevo como en este momento
-pero yo estoy aquí para ayudarte a vivir sin él y para darte fortaleza –la habrase fuertemente y bese su frente
-gracias George –comenzó a alejarse de mi
-sabes mañana salimos de gira y no sabemos cuando regresemos y me encantaría que tu, bueno que todas ustedes nos acompañaran –le dije, pues no quería separarme de ella jamás, quería que estuviera con migo toda la vida
-no George no podríamos –me dijo triste
-por qué no Frida?
-es que tenemos nuestras ocupaciones, aparte es arriesgado –me decía titubeante
-¿arriesgado? Pero si estaremos con ustedes
-si lo sé pero después de ver todo este furor sería peligroso para nosotras pues al vernos con ustedes nos reconocerán cuando estemos solas y es seguro que nos atacaran –yo comencé a reírme con ella, amaba su sentido del humor
-tal vez aunque no lo creo –le dije aun riendo
-mejor esperemos su regreso –me dijo sonriente
-esperamos regresar pronto aunque parece que esto no terminara jamás –le dije preocupado pues teníamos muchas fechas ya planeadas
-por que lo dices
-solo mira por la ventana, y esto es aquí en Liverpool Brian dice que en Alemania tenemos más fans y en parís y en varios lugares, en cierto modo me aterroriza –pues tenia miedo de lo que fuera a pasar en algún futuro, ya nada sería igual
-tranquilo George y alégrate, eso es genial –me decía tiernamente
-¿sabes que sería genial? –le pregunte sin dejar de verla
-¿que George?
-que tu estuvieras con migo en estos momentos para disfrutarlos juntos –le decía mientras la veía sonreír, era lo que mas anhelaba, que ella y yo viviéramos todo esto juntos
-George yo desde hace tiempo que… -intentaba decirme algo cuando entro el inoportuno de Paul para decirnos que si no queríamos ir a cenar a un restaurant
-¡¡Paul se toca la puerteaba!!!!! –le grite más que molesto
-¿perdón estaban haciendo algo? –nos miro con perspicacia
-no nada solo charlábamos –dijo Frida nerviosa
Entonces le pregunte que era quería y nos dijo lo del restaurant, decidimos no ir pues no teníamos hambre, después de charlar varias cosas se fue dejándonos de nuevo solos
-¿y que era lo que estabas a punto de decirme? –le pregunte para que siguiera, pues estaba ansioso por saberlo
-nada George una tontería, aparte ya no me acuerdo –al parecer se había arrepentido de decírmelo
-claro que te acuerdas pero no me quieres decir –me acerque a ella y la tome de los brazos
-es que no se George, no estoy segura de eso –me decía algo nerviosa
-no importa quiero escucharlo –le insistí, ella me miro y se quedo en silencio varios segundos
-es que yo… desde hace ya tiempo que quizás todo comenzó cuando regresamos de Hamburgo que yo… que yo este… -comencé a sonreír, estaba muy nerviosa y comenzaba a sospechar que era lo que trataba de decirme estaba tan emocionado
-que tú que Frida? –le insistí, pues me moría de ganas de escucharlo de su propia voz
-bueno yo comencé a sentir algo muy especial por ti –me dijo sin mirarme y muy nerviosa, algo en mi comenzó a invadirme, me sentía como en un sueño la mujer de mi vida por fin comenzaba a sentirse atraída por mi
-¿en verdad? –le dije bastante feliz
-si George, después tu comenzaste a acercarte más a mí y pues siento que este sentimiento comenzó a crecer –en verdad que no lo podía creer, mi corazón latía rápidamente y sentía un hormigueo en el estomago
-entonces por qué regresaste a Hamburgo a ver a stu? –quise saber
-es que me preocupaba su estado de salud y ve no me equivoque, tenía miedo que estuviera algo grave el siempre se quejaba de dolores de cabeza y me sentía intranquila pues me decían que estaba muy mal –ella bajo la mirada
-pero tú me dijiste que volviste por qué no podías vivir sin el
-es que George, al verlo se me movieron muchos sentimientos al igual que cuando volví a… -se detuvo de pronto
-¿cuando volviste a qué? Que pasa Frida no te detengas –jamás la había visto tan nerviosa, la tome de las manos para que se sintiera mejor pero creo que eso la hacía que se pusiera peor al igual que yo
-es que cuando te volví a ver ayer sentí de nuevo esa sensación extraña –me decía tímidamente, al parecer ambos sentíamos esa sensación, esa sensación que todos llaman amor
-Frida ¿quieres decirme que yo te gusto? –le dije algo feliz, pues eso era lo que trataba de decirle
-no se George quizás es que no estoy segura –yo no aguante mas y la abrace fuertemente
-me haces tan feliz Frida con el solo hecho de hacerte sentir algo es para mí algo muy especial –me sentía en las nubes mientras la abrazaba y más si ella comenzaba a corresponderme
-George es que no se qué pasa con migo antes no podía ni verte me caías muy mal y ahora siento anhelos de verte todo el tiempo y de estar con tigo –recordé aquellos días en que me trataba mal y veía ahora que ella no podía dejar de pensar en mi
-mi Frida… –le dije feliz mientras me acercaba a ella, mire sus labios, tenia ansias por besarlos así que sin pensarlo dos veces los bese, me sentía muy feliz al sentir como ella comenzaba a corresponder mi beso y como me abrazaba, yo la abrace y poco a poco nos sentamos en la cama, no dejaba de besarla, nos besábamos de una manera que nunca imagine que pudiera hacerlo la deseaba más de lo que me imaginaba
-te amo Frida, te amo tanto y no puedo vivir sin ti –ella me miro y luego me beso, eso para mí fue lo mejor, un escalofrió recorrió mi cuerpo
-también yo George, te amo y no quiero negármelo mas –no podía creerlo, ¡me amaba! Me llene de un gozo inmenso la abrace y nos recostamos en la cama, ese día sin lugar a dudas fue el mejor de mi vida, miraba el techo con una sonrisa dibujada en los labios, tenía que pedírselo de una buena vez estaba seguro que ella aceptaría
-Frida me gustaría pedirte algo –le dije sin mirarla
-¿que cosa? –me pregunto
-me encantaría que fueras mi novia –por fin se lo dije ella se sentaría en la cama más que feliz mientras yo la miraba fijamente
-¿que dices aceptas? –volví a preguntarle
-¡claro que si George! Quiero ser tu novia – ¡mi corazón estuvo a punto de detenerse al escuchar ese sí! Era plenamente feliz, la abrace fuertemente y la volví a besar, nos recostamos de nuevo y después de un rato nos quedamos dormidos. ¡Era mía por fin solo mía!
Cuando llegaron los demás nos dieron la noticia de que John y Joan se casarían eso me dio cierta envidia pues a mí también me hubiera gustado casarme con Frida para llevármela con migo a todos lados, después nosotros les diríamos que por fin éramos novios, aunque eso duraría muy poco pues al día siguiente partimos rumbo a Londres para después irnos de gira. Duraría muchísimo tiempo para volverla a ver, valla clase de noviazgo, toda esa ausencia me mataba.
D:!!! mucho mucho mucho!!! jajaja pero en fin de ese tamaño salio el capitulo xD espero que les guste :) se me cuidan y gracias por comentar y por leer :D
jueves, 19 de enero de 2012
06
Abril de 1962 muchas emociones encontradas…
Después de casi un año pasaron muchas cosas teníamos nuevo representante y nos estaba yendo mucho mejor teníamos muchas jiras y nos estaban conociendo en mas partes, íbamos a regresar a Hamburgo. Pero no todo fue bueno, pues resulta que Frida se iría a ver a stu de nuevo. Me enfurecí muchísimo pues no podía creer que ella aun lo quisiera después de todo lo que él le hizo.
-bien chicos mañana iré a Hamburgo a arreglar lo de unas fechas –nos dijo Brian una tarde, ese mismo día recibí una llamada que me dejaría helado
-si bueno? George?
-¿si quien habla? –trate de reconocer la voz
-soy Astrid –me alegro escucharla
-Astrid! Que gusto escucharte de nuevo –aunque ella se notaba algo triste
-¿pasa algo? –le pregunte
-es que, Stuart… -eso comenzó a preocuparte, pues Frida se suponía que estaba con el
-¿que con él?
-tienes que venir paso algo horrible –pasaron por mi cabeza infinidad de cosas, pero me preocupe muchísimo
-¿qué pasa?
-tienes que venir George –le dije que iría a Hamburgo también para ver a Frida, así que me fui con Brian a Hamburgo.
En la estación de tren me diría la noticia de la muerte de Stuart, ¡en verdad que no lo podía creer! Me sentía muy culpable pues yo había anhelado eso, después de todo fue un gran amigo para mí así que comencé a llorar. Comencé a recordar todo lo que viví con él, era increíble creerlo pues él era muy joven, entonces recordé a Frida, ¿como estará? –me pregunte así que comencé a buscarla, así que fui al muelle era más que seguro que estaría ahí, pues ese lugar era muy significativo para ella y Stuart y si, al llegar la vi ahí sentada en una banca, se veía bastante mal me dolía verla así, entonces de inmediato me acerque a ella
-Frida ¿Qué haces aquí? ¿No me digas que pasaste aquí la noche? –la mire muy preocupado sobre todo por su mirada que no reflejaba nada
-George –me susurro
-tranquila ya estoy aquí –la abrase fuertemente y bese su cabeza, -pobre de mí Frida –pensé
-me dejo George, ¡me dejo! ¿Ahora qué hare si él? No puedo vivir sin él, por eso regrese –yo estaba realmente preocupado por ella, tenía que hacer algo para calmarla me dolía muchísimo verla así, comencé a limpiar sus lagrimas
-tranquila Frida, a pesar de todo el era mi amigo y también me duele que ya no este, pero ay que ser fuertes –le dije para después también comenzar a llorar, me conmoví demasiado
-¿y John ya sabe? –me pregunto
-no, y no quiero pensar cómo va a tomar la noticia, ellos mañana vienen, vamos a tocar en el Star club
-no me imagino como lo vallan a tomar
-esperemos que no tan mal, es que fue una muerte muy sorpresiva –también comenzaba a preocuparme la reacción de John, primero su tío después su madre y ahora stu?
-ven mejor acompáñame –le dije para después tomar sus maletas
-no George, tengo que regresarme a Liverpool –me detuvo
-Frida tú no puedes estar sola –le dije, pues me preocupada dejarla así, quería estar con ella necesitaba estar con ella y más en estos momentos
-tampoco puedo quedarme aquí en… Hamburgo –sabia porque quería irse, todo le recordaba a Stuart, era obvio pero seguí insistiéndole
-por favor Frida, permíteme estar junto a ti en estos momentos tan difíciles
-no George por favor, quiero irme a casa –me quito sus maletas, la comprendí y no quise insistirle aunque quería hacerlo
-está bien, pero por favor permíteme acompañarte al puerto –le pedí de buena manera
-está bien George –no me gustaba verla así de mal, pero era más que obvio que no le sacaría ni una sonrisa. Al llegar al puerto me despedí de la manera que siempre había querido
-bueno Frida, en cuanto regrese a Liverpool te buscare –le dije mientras la tomaba de las manos
-está bien George, espero que les vaya bien, los espero de vuelta –me dijo seria
-Frida, quiero que estés mejor, yo sé que es difícil lo de stu, pero por favor intenta salir adelante –la tome lentamente por la cintura y la acerque a mí
-George es muy difícil para mí hacer eso –comenzó a llorar de nuevo y yo limpie sus lagrimas
-no quiero verte llorar de nuevo –la abrace fuertemente y acariciaba su cabello, su aroma era tan peculiar, no quería que sufriera así, pensé que si ella hubiera preferido estar con migo no estuviera pasando por este sufrimiento, entonces después de un momento se despidió de mi
-debo irme George –tomo sus cosas para irse, me sentía inquieto quería hablarle pero mi timidez me lo impedía, así que me arme de valor y volví a hablarle
-Frida espera por favor
-¿Qué pasa George? –saque de mi bolso del abrigo un reloj que mi abuelo me había regalado, quería que ella lo tuviera
-quiero que conserves esto, y cuando te sientas triste quiero que lo veas y que sepas que siempre estaré con tigo –note que lo vio y sonrió, eso me agrado, sabía que la había hecho sentir mucho mejor aunque sea por unos instantes
-así es como quiero verte –le dije mientras contemplaba esa linda sonrisa
-George no puedo aceptarte esto –me quiso regresar el reloj
-no Frida, quédatelo te lo regalo
-pero es algo muy lindo como para regalarlo, aparte debe de ser algo muy importante para ti
-mucho Frida, ese reloj me lo obsequio mi abuelo antes de morir y por eso es muy especial para mí, también por eso quiero que lo tengas tú que eres igual de especial o más para mí –le dije, ella me miraba de una manera que me encanto
-George en verdad te lo agradezco y créeme que lo cuidare como mi vida por ser algo muy especial para ti –la tome del rostro y bese su mejilla, al separarnos quede a centímetros de sus labios, -tengo que hacerlo no lo resisto –pensé al verla tan cerca de mí, espere tanto este momento así que poco a poco me fui acercando a ella hasta que la bese, sentí una especie toques que me recorría por todo el cuerpo, ella correspondió a mi beso aunque fue algo rápido, ella se quedo seria sin saber que decir, creo que no debí hacerlo
-perdón Frida no debí… espero verte en Liverpool cuando regresemos –me di la vuelta y comencé a caminar rápidamente, en mi se dibujo una gran sonrisa que inconscientemente salía – ¡la bese! Por fin la bese –me repetía una y otra vez eso, me sentía más que feliz sentía que este sería un buen comienzo.
bueno ahi esta el capitulo como se lo prometi a citlali :) espero que les guste a todos y pasense a leer mi otra nove! xD
el primer capitulo
miércoles, 18 de enero de 2012
05
Agosto de 1961 por poquito…
Regresamos a Hamburgo, ya era mayor de edad y ya no nos podrían deportar de nuevo. Dos días antes de irnos a Hamburgo el 17 de agosto le organice una fiesta a Frida en mi casa donde la pasamos muy bien, nunca habíamos convivido de esa manera ya parecíamos hermanos de lo bien que nos llevábamos, intente convencerla de que fuera con nosotros a Hamburgo pues irían Montse y Joan pero ella no quería por stu así que no le insistí mas, pero mi sorpresa seria que el día de irnos la vi llegar, me llene de ilusión no lo podía creer que hubiera querido ir con nosotros, todo el viaje me la pase con ella platicamos de todo, me encantaba su forma de contarme las cosas.
Por desgracia se encontró con Klaus y Astrid en el bar que llegamos a tocar, ella me pidió que la llevara lejos de ellos porque no quería ver a Astrid, así que la lleve atrás del escenario, todo era perfecto.
-Frida creo que tienes que enfrentarla –le dije
-si lo sé, pero tengo miedo –me dijo sin mirarme
-¿A lo que te pueda hacer?
-no George, a lo que yo le pueda hacer –me decía preocupada
-no te imagino haciendo eso –le dije incrédulo pues no me la podía imaginar golpeando a Astrid
-es que nadie me ha hecho enojar tanto –me dijo muy molesta
-pues creo que esa es la única parte que no he conocido de ti –le dije mientras acariciaba su lindo rostro, podía durar horas haciendo eso
-George… -intentaba decirme algo pero al parecer no se atrevía
-¿dime Frida?
-tu… ¿aun sientes algo por mi? –me pregunto muy cohibida
-¿Por qué me lo preguntas? –me comencé a poner nervioso y retrocedí un poco
-bueno… es que es simple curiosidad, pero yo te entiendo, si no quieres contestarme no lo hagas –me dio ternura verla tan tímida, no sabía porque me había preguntado eso, quizás comenzaba a sentir algo por mí. Sonreí y me acerque a ella y la tome por la cintura, ella me miro algo desconcertada por mi acción de tomarla así
-si Frida, aun siento algo por ti y creo que cada día se hace mas fuerte –le dije más seguro y sin dejar de verla, había algo en sus ojos que me decía que ella comenzaba a sentir algo por mi
-nunca te lo he dicho personalmente y creo que este es el momento de decírtelo –le dije muy serio, tenía que decírselo en ese momento, tenía que decirle lo mucho que la amaba y que quería estar con ella
-Frida yo… yo te… Frida yo te amo –dije algo titubeante por no saber cuál sería su reacción
-George no sé qué decir –me decía ella algo incomoda
-no me digas nada, yo se que tu no me quieres, aparte esta reciente lo de stu y pues… pero bueno quisiera que me dieras la oportunidad de acercarme más a ti no como un amigo sino como algo mas –le dije, me sentí algo aliviado, ya había dejado en claro mis sentimientos hacia ella
-George es que no se… -la interrumpí
-no me digas nada ahora, solo quiero que sepas que te amo Frida, y no permitiré que te hagan daño porque es como si me lo hicieran a mi –ella no dijo nada, mire sus labios eran hermosos, deseaba besarlos así que me arme de valor –tienes que hacerlo George es ahora o nunca –me repetí esa frase así que comencé a acercarme a ella poco a poco, vi como ella cerraba sus ojos estaba a punto de besarla cuando llego John a interrumpir, ni modo ya seria en otra ocasión.
Noviembre de 1961 el reclamo…
Ya teníamos que volver a Liverpool pero antes John quería ir a ver a Stuart, así que decidió ir a buscarlo y yo lo acompañe pues tenía que hablar con él. Lo buscamos por la escuela y nos dijeron ahí que tenía varios días sin ir, comenzamos a preocuparnos pues últimamente había estado mal de salud, para nuestra fortuna nos dieron la dirección de su departamento así que nos dirigimos al lugar, estaba pensando en cómo decirle las cosas aunque estaba muy molesto con el
-aquí es, te dije que si lo encontraríamos Georgie boy –me dijo John contento de haber encontrado el domicilio
-esperemos que se encuentre bien –dije pensativo, temía que se encontrara muy mal
Esperemos… -dijo John cortante, para después llamar al interfono esperamos varios segundos hasta que se escucho la voz de stu
-si diga
-stu!! Somos nosotros, John y George –dijo John casi gritando de la emoción por volverlo a escuchar
-¿Qué? Por dios!! Enseguida les abro –dijo stu también histérico, después de unos segundos se abrió la puerta y entramos, al llegar al departamento que se encontraba en el último piso ya se encontraba stu en la puerta esperándonos casi con los brazos abiertos, al mirarlo sentí mucho coraje hacia él
-Winston!!! Me da tanto gusto volverte a ver –dijo stu para después abrazar a John
-a mí también me da mucho gusto verte Stuart –le contesto John también muy contento
-pero pasen, ¿George como has estado? –se acerco a abrazarme
-pues bien, -dije algo cortante y él lo notaria
Nos sentamos en la sala y comenzamos a charlar, el nos conto sobre su estado de salud y de que trataba de dejar de fumar, nos dio mucha risa ver que cortaba los cigarros en pedacitos.
El preguntaría por Frida como si le importara tanto eso me hizo enfurecerme, comenzamos a subir el tono de nuestras voces y John trataba de calmarnos así que le pedí que nos dejara hablar solos.
-stu, yo sé perfectamente todo lo que paso por qué Frida me lo conto –me acerque a él bastante furioso
-primero quiero que me digas ¿cómo esta ella? –me pregunto con cierta preocupación
-bien, en lo que cabe no tienes ni la más remota idea de lo que ha sufrido y de el trabajo que le ha costado superar tu infidelidad, pues ella creía que en verdad la amabas y también yo, por eso no quise meterme entre ustedes –le dije recordando todo aquello
-la amo George, como no tienes idea –me dijo sin mirarme eso me encendió mas, como podía ser tan sínico!
-no sigas con eso por favor stu, si la amaras nunca le hubieras ocasionado ese gran dolor
-es que no se qué diablos me paso
-yo si se lo que te paso, calentura de un momento –me comencé a enfurecer mas
-tal vez si George, pero es que no se qué diablos me producía ver a Astrid
-¡también a John y no por eso se acostó con ella!
-soy un imbécil
-eres más que eso, no soporto ver a Frida así de mal por ti, me da impotencia de no poder ayudarla –le dije sin mirarla recordando todo el sufrimiento de Frida, stu se paro frente a mi algo molesto
-¿Frida y tu ya son novios? –me pregunto, yo lo pensé unos segundos, tal vez si le decía que si la dejaría de buscar
-por que de ser así, dejare a lado mis intenciones de ir a buscarla, se que con tigo será más feliz –eso era lo único que me faltaba para decir mi respuesta ya pensada
-pues así es, Frida y yo tenemos una muy linda relación –vi que Stuart se sentó en un sillón y comenzó a llorar, eso me hizo sentirme algo mal por él, pero se merecía un poco de sufrimiento
-solo espero que tu si la sepas hacer feliz –me decía muy triste
-no te pongas así stu que no te queda hacerte el dramático –le dije
-yo sé que me merezco más sufrimiento, soy un idiota George –me tomo por la camisa y recargo su cabeza en mi pecho y comenzó a llorar como un bebe, eso me hizo sentirme muy incomodo, pues yo no quería verlo así
-tranquilo stu, tienes que asumir tus errores
-George, golpéame –me dijo de pronto mientras limpiaba sus lagrimas, si me lo hubiera pedido al principio no lo hubiera dudado dos veces, pero después de verlo así no me atreví
-¿estás loco? No hare semejante cosa
-me lo merezco, golpéame –insistió
-no stu, no lo hare –me negué
-desde que cometí aquella atrocidad nadie me ha puesto en mi lugar y quiero que tu lo hagas, eres el adecuado por ser el novio de Frida –lo mire extrañado por su reacción
-confórmate con sentirte así –le dije cortante –debo irme stu, creo que ya te dije todo lo que tenía que decirte –me despedí y comencé a caminar a la puerta, en eso escuche como me insultaba stu, eso comenzó a molestarme
- ¿la nena no quiere maltratarse sus manitas? –algo en mi estallo, como si yo fuera una bomba y stu me hubiera prendido, de pronto se me vino a la mente el día que stu beso a Frida por primera vez a fuera de su casa, recordé lo mucho que me dolió así que sin pensarlo dos veces me gire y lo golpee tan fuerte que cayó al suelo, tuve que sobarme el puño pues había sido muy fuerte el golpe
-gracias George, creo que me siento mejor –me dijo stu mientras intentaba ponerse de pie
-pues si gustas te doy otro para que te sientas mucho mejor –le dije molesto, tenía ganas de matarlo a golpes
- creo que con uno es suficiente
-para ti sí, pero para mí no, estuve guardándote muchas stu –lo levante por la camisa y lo azote contra una mesa, haciendo que se rompiera un florero, jamás había reaccionado así, pero me sentía más desahogado
-ahora sí, cuídate y espero que no vuelvas a toparte en nuestras vidas –Salí del departamento muy aliviado por lo que le había dicho y hecho, esperaba que jamás volviera con Frida.
no se por que tengo la leve sospecha de que ya no leen mi nove u_u jajaja pero en fin aqui seguire subiendo hasta que termine de subirla toda :) PASESNSE A MI OTRO BLOG!!!! PRONTO COMENZARE A PUBLICAR NOVE!!!! www.stuartinmylife.blogspot.com/ bueno sin mas que decirles me voy xD se me cuidan y ojala que les haya gustado el capitulo :)
Regresamos a Hamburgo, ya era mayor de edad y ya no nos podrían deportar de nuevo. Dos días antes de irnos a Hamburgo el 17 de agosto le organice una fiesta a Frida en mi casa donde la pasamos muy bien, nunca habíamos convivido de esa manera ya parecíamos hermanos de lo bien que nos llevábamos, intente convencerla de que fuera con nosotros a Hamburgo pues irían Montse y Joan pero ella no quería por stu así que no le insistí mas, pero mi sorpresa seria que el día de irnos la vi llegar, me llene de ilusión no lo podía creer que hubiera querido ir con nosotros, todo el viaje me la pase con ella platicamos de todo, me encantaba su forma de contarme las cosas.
Por desgracia se encontró con Klaus y Astrid en el bar que llegamos a tocar, ella me pidió que la llevara lejos de ellos porque no quería ver a Astrid, así que la lleve atrás del escenario, todo era perfecto.
-Frida creo que tienes que enfrentarla –le dije
-si lo sé, pero tengo miedo –me dijo sin mirarme
-¿A lo que te pueda hacer?
-no George, a lo que yo le pueda hacer –me decía preocupada
-no te imagino haciendo eso –le dije incrédulo pues no me la podía imaginar golpeando a Astrid
-es que nadie me ha hecho enojar tanto –me dijo muy molesta
-pues creo que esa es la única parte que no he conocido de ti –le dije mientras acariciaba su lindo rostro, podía durar horas haciendo eso
-George… -intentaba decirme algo pero al parecer no se atrevía
-¿dime Frida?
-tu… ¿aun sientes algo por mi? –me pregunto muy cohibida
-¿Por qué me lo preguntas? –me comencé a poner nervioso y retrocedí un poco
-bueno… es que es simple curiosidad, pero yo te entiendo, si no quieres contestarme no lo hagas –me dio ternura verla tan tímida, no sabía porque me había preguntado eso, quizás comenzaba a sentir algo por mí. Sonreí y me acerque a ella y la tome por la cintura, ella me miro algo desconcertada por mi acción de tomarla así
-si Frida, aun siento algo por ti y creo que cada día se hace mas fuerte –le dije más seguro y sin dejar de verla, había algo en sus ojos que me decía que ella comenzaba a sentir algo por mi
-nunca te lo he dicho personalmente y creo que este es el momento de decírtelo –le dije muy serio, tenía que decírselo en ese momento, tenía que decirle lo mucho que la amaba y que quería estar con ella
-Frida yo… yo te… Frida yo te amo –dije algo titubeante por no saber cuál sería su reacción
-George no sé qué decir –me decía ella algo incomoda
-no me digas nada, yo se que tu no me quieres, aparte esta reciente lo de stu y pues… pero bueno quisiera que me dieras la oportunidad de acercarme más a ti no como un amigo sino como algo mas –le dije, me sentí algo aliviado, ya había dejado en claro mis sentimientos hacia ella
-George es que no se… -la interrumpí
-no me digas nada ahora, solo quiero que sepas que te amo Frida, y no permitiré que te hagan daño porque es como si me lo hicieran a mi –ella no dijo nada, mire sus labios eran hermosos, deseaba besarlos así que me arme de valor –tienes que hacerlo George es ahora o nunca –me repetí esa frase así que comencé a acercarme a ella poco a poco, vi como ella cerraba sus ojos estaba a punto de besarla cuando llego John a interrumpir, ni modo ya seria en otra ocasión.
Noviembre de 1961 el reclamo…
Ya teníamos que volver a Liverpool pero antes John quería ir a ver a Stuart, así que decidió ir a buscarlo y yo lo acompañe pues tenía que hablar con él. Lo buscamos por la escuela y nos dijeron ahí que tenía varios días sin ir, comenzamos a preocuparnos pues últimamente había estado mal de salud, para nuestra fortuna nos dieron la dirección de su departamento así que nos dirigimos al lugar, estaba pensando en cómo decirle las cosas aunque estaba muy molesto con el
-aquí es, te dije que si lo encontraríamos Georgie boy –me dijo John contento de haber encontrado el domicilio
-esperemos que se encuentre bien –dije pensativo, temía que se encontrara muy mal
Esperemos… -dijo John cortante, para después llamar al interfono esperamos varios segundos hasta que se escucho la voz de stu
-si diga
-stu!! Somos nosotros, John y George –dijo John casi gritando de la emoción por volverlo a escuchar
-¿Qué? Por dios!! Enseguida les abro –dijo stu también histérico, después de unos segundos se abrió la puerta y entramos, al llegar al departamento que se encontraba en el último piso ya se encontraba stu en la puerta esperándonos casi con los brazos abiertos, al mirarlo sentí mucho coraje hacia él
-Winston!!! Me da tanto gusto volverte a ver –dijo stu para después abrazar a John
-a mí también me da mucho gusto verte Stuart –le contesto John también muy contento
-pero pasen, ¿George como has estado? –se acerco a abrazarme
-pues bien, -dije algo cortante y él lo notaria
Nos sentamos en la sala y comenzamos a charlar, el nos conto sobre su estado de salud y de que trataba de dejar de fumar, nos dio mucha risa ver que cortaba los cigarros en pedacitos.
El preguntaría por Frida como si le importara tanto eso me hizo enfurecerme, comenzamos a subir el tono de nuestras voces y John trataba de calmarnos así que le pedí que nos dejara hablar solos.
-stu, yo sé perfectamente todo lo que paso por qué Frida me lo conto –me acerque a él bastante furioso
-primero quiero que me digas ¿cómo esta ella? –me pregunto con cierta preocupación
-bien, en lo que cabe no tienes ni la más remota idea de lo que ha sufrido y de el trabajo que le ha costado superar tu infidelidad, pues ella creía que en verdad la amabas y también yo, por eso no quise meterme entre ustedes –le dije recordando todo aquello
-la amo George, como no tienes idea –me dijo sin mirarme eso me encendió mas, como podía ser tan sínico!
-no sigas con eso por favor stu, si la amaras nunca le hubieras ocasionado ese gran dolor
-es que no se qué diablos me paso
-yo si se lo que te paso, calentura de un momento –me comencé a enfurecer mas
-tal vez si George, pero es que no se qué diablos me producía ver a Astrid
-¡también a John y no por eso se acostó con ella!
-soy un imbécil
-eres más que eso, no soporto ver a Frida así de mal por ti, me da impotencia de no poder ayudarla –le dije sin mirarla recordando todo el sufrimiento de Frida, stu se paro frente a mi algo molesto
-¿Frida y tu ya son novios? –me pregunto, yo lo pensé unos segundos, tal vez si le decía que si la dejaría de buscar
-por que de ser así, dejare a lado mis intenciones de ir a buscarla, se que con tigo será más feliz –eso era lo único que me faltaba para decir mi respuesta ya pensada
-pues así es, Frida y yo tenemos una muy linda relación –vi que Stuart se sentó en un sillón y comenzó a llorar, eso me hizo sentirme algo mal por él, pero se merecía un poco de sufrimiento
-solo espero que tu si la sepas hacer feliz –me decía muy triste
-no te pongas así stu que no te queda hacerte el dramático –le dije
-yo sé que me merezco más sufrimiento, soy un idiota George –me tomo por la camisa y recargo su cabeza en mi pecho y comenzó a llorar como un bebe, eso me hizo sentirme muy incomodo, pues yo no quería verlo así
-tranquilo stu, tienes que asumir tus errores
-George, golpéame –me dijo de pronto mientras limpiaba sus lagrimas, si me lo hubiera pedido al principio no lo hubiera dudado dos veces, pero después de verlo así no me atreví
-¿estás loco? No hare semejante cosa
-me lo merezco, golpéame –insistió
-no stu, no lo hare –me negué
-desde que cometí aquella atrocidad nadie me ha puesto en mi lugar y quiero que tu lo hagas, eres el adecuado por ser el novio de Frida –lo mire extrañado por su reacción
-confórmate con sentirte así –le dije cortante –debo irme stu, creo que ya te dije todo lo que tenía que decirte –me despedí y comencé a caminar a la puerta, en eso escuche como me insultaba stu, eso comenzó a molestarme
- ¿la nena no quiere maltratarse sus manitas? –algo en mi estallo, como si yo fuera una bomba y stu me hubiera prendido, de pronto se me vino a la mente el día que stu beso a Frida por primera vez a fuera de su casa, recordé lo mucho que me dolió así que sin pensarlo dos veces me gire y lo golpee tan fuerte que cayó al suelo, tuve que sobarme el puño pues había sido muy fuerte el golpe
-gracias George, creo que me siento mejor –me dijo stu mientras intentaba ponerse de pie
-pues si gustas te doy otro para que te sientas mucho mejor –le dije molesto, tenía ganas de matarlo a golpes
- creo que con uno es suficiente
-para ti sí, pero para mí no, estuve guardándote muchas stu –lo levante por la camisa y lo azote contra una mesa, haciendo que se rompiera un florero, jamás había reaccionado así, pero me sentía más desahogado
-ahora sí, cuídate y espero que no vuelvas a toparte en nuestras vidas –Salí del departamento muy aliviado por lo que le había dicho y hecho, esperaba que jamás volviera con Frida.
no se por que tengo la leve sospecha de que ya no leen mi nove u_u jajaja pero en fin aqui seguire subiendo hasta que termine de subirla toda :) PASESNSE A MI OTRO BLOG!!!! PRONTO COMENZARE A PUBLICAR NOVE!!!! www.stuartinmylife.blogspot.com/ bueno sin mas que decirles me voy xD se me cuidan y ojala que les haya gustado el capitulo :)
miércoles, 11 de enero de 2012
04
21 de noviembre de 1960 de regreso…
Los chicos decidieron tocar en el club top ten, siendo la competencia del lugar donde tocábamos haciendo que el dueño del lugar se enfureciera y me delatara con las autoridades diciéndoles que tenía 17 años.
Regrese a Liverpool algo desilusionado por todo, aunque Lennon antes de que me deportaran me dijo que regresaríamos cuando cumpliera 18. Una semana después el mismo tipo acuso a pete y a Paul de haber incendiado el bambi kino, haciendo que también regresaran a Liverpool al igual que John y Montse que también decidieron volver a acepción de Stuart que obviamente se había quedado con Frida, eso me hacia ponerme más que celoso nomas de pensar que estarían allá solos y viviendo juntos.
1 de diciembre de 1960 la volvería a ver…
Después de ir a un bar con los chicos nos fuimos a mi casa, pues los había invitado a cenar
-parece que lloverá –decía Paul mientras miraba en cielo
-esperemos que no porque Mimí me lo advirtió y se enojara si me mojo –decía John mientras metía sus manos a las bolsas de su chamarra
Estábamos a punto de llegar cuando a lo lejos me pareció ver a alguien a fuera de la casa de Montse, fije mas mi vista y pude ver que era Frida y Joan, no lo podía creer! Pero eso era imposible pues ellas se habían quedado en Hamburgo
-miren! –les dije a John y a Paul mientras apuntaba la casa de Montse
-¿Qué George? –pregunto John
-en la casa de Montse –conteste muy emocionado
-no te metas con mi novia George –me dijo Paul, eso me hizo reír mucho
-no, no, Paul es que… -le dije muy nervioso por lo que había visto
-¿es que, qué? –me pregunto John ansioso
-creo que vi a Frida –les dije, se quedaron callados un momento para después burlarse de mi
-creo que nuestro amigo está comenzando a ver visiones –dijo Paul, pues no veía a nadie a fuera de la casa de Montse, pues ya habían entrado
-no estoy jugando, es en serio, estaba ahí yo la vi –trate de que me creyeran, pero seguían burlándose de mí, pero yo estaba seguro que si era ella
-George y sus Frida visiones –le decía John a Paul entre risas, eso me molesto mucho
-Paul, vamos a casa de Montse –le dije a Paul muy ansioso
-¿para qué George?
-quiero saber si en realidad esta Frida ahí –le pedí, pero no quisieron ir, John dijo que pronto se sabría si era ella o no así que tuve que aguantarme. Entramos a mi casa y mi madre ya nos esperaba en la cocina
-hola muchachos ya llegaron –decía ella con una cuchara en la mano
-si mama ya regresamos –le dije mientras me sentaba en el comedor
-buenas noches señora Harrison –saludo Paul amable, el siempre tan cortes
-tranquilo George, es mas ya que cenemos vamos a casa de Montse –me dijo John para animarme pues al parecer me veía muy mal
-está bien, pero yo estoy seguro de que era ella –ambos se miraron y se rieron de nuevo, no quisieron seguir tocando el tema. Mi madre nos dio una deliciosa sopa calientita, ella era la mejor mamá del mundo, pero odiaba que me consintiera frente a mis amigos
-te hice tu sopa prefería George –me decía mientras se acercaba a mi
-gracias mamá –dije sonriente, entonces ella me tomo por las mejillas
-yo siempre te consentiré hijo –John y Paul comenzaron a reírse
-mamá basta! –le dije mientras me hacía a un lado
-ok George –me dio un gran beso en mi mejilla para después irse a la cocina de nuevo
-quere lechita el bebe? –dijo John en tono chiqueado, eso me enojo mas
-vasta Lennon –dije molesto mientras me volteaba a otro lado
-ya John, ¡no molestes al bebe! –le dijo Paul
-también tu McCartney! –lo mire muy irritado
-¡ok ok ya! Cenemos –dijo Paul levantando las manos como diciendo que se rendía. Después de cenar miramos un momento el televisor, pues pasaban a Buddy Holly mi preferido, esperaba que algún día pudiera tocar la guitarra como él lo hacía, era una pena que muriera de esa manera tan trágica.
-bueno George vamos a casa de Montse, quisiera ir a verla –dijo Paul mientras se levantaba del sillón
-perfecto, iré a avisarle a mi madre que iré a… tu casa porque me prestaras algo –dije, pues mi madre no sabía que convivía con ella
-está bien, esperamos afuera –dijo John, yo fui a decirle a mi madre y ella me dijo que no me tardara porque estaba comenzando a llover y aparte ya estaba obscureciendo. Tome un paraguas y salimos los tres.
-es el paraguas más grande que encontré así que alguno no se mojara y los otros si –les decía mientras abría el paraguas
-yo pido en medio –dijo John mientras me lo arrebataba
-hey! Es mío por lo tanto yo iré en medio –le dije mientras trataba de arrebatárselo
-pues por andar de peleoneros yo soy el que iré en medio –dijo Paul mientras lo tomaba rápidamente, no nos quedo de otra más que aceptar, salimos de la casa y fuimos hasta la de Montse. Paul rápido toco el timbre
-¡que esperan! Abran que nos mojamos! –grite desesperado, pues todo mi lado izquierdo estaba mojándose. En eso se abrió la puerta, era Montse
- hola Montse –dijimos los tres al mismo tiempo
-hola chicos, ¿pero que hacen aquí? –dijo ella entre risas
-pues venimos a casa de George, y dije, ¿Por qué no llegamos a casa de mi novia? –dijo Paul gracioso con voz de galán
-pero que ocurrentes son ustedes
-¿no nos vas a invitar a pasar? –pregunto John que se encontraba en la orilla y se estaba mojando todo su lado derecho
-me encantaría, pero… -dijo titubeante
-¿pero qué? –pregunte algo desesperado, pues también yo me mojaba
-es que paso algo muy grave y están aquí… bueno tengo que irme luego les explico –ante aquella reacción de Montse deduje que era verdad lo que vi y no una Frida visión como me dijo John
-¿Frida esta aquí verdad? –pregunto Paul
-¿Cómo es que…? –pregunto Montse sin saber cómo fue que se habían enterado
-es que a George le pareció verla entrar aquí –contesto John
-¿si esta aquí verdad? –insistí, en eso escuchamos a Joan que se acercaba, estaban aquí.
-¿Qué pasa Montse porque duras tan...? –no termino de preguntar cuando John al escuchar la voz de Joan acercándose entro de golpe a la casa empujando a Montse
-¡Joan! Mi amor estas aquí –grito eufórico y lanzándose a abrazarla, ella al verlo se quedo parada sin saber qué hacer
-cállate John no grites por favor –dijo Joan casi en susurro, el no entendió porque, miro a todos lados y me vio acostada en el sillón
-¿Qué le paso a Frida? –Cuando escuche eso, entre casi igual que John, pues me comenzaba a preocupar por Frida -¿Qué le paso a Frida? –entre gritando
-que te calles –me susurro John mientras apuntaba el lugar en donde se encontraba Frida, entonces me quede inmóvil, me pasaron mil cosas por la cabeza pero la primera de ellas fue que por fin estaría junto a mí, me fui acercando poco a poco, estaba recostada en el sillón, me hinque frente a ella y comencé a acariciarla
-¿Qué te paso Frida? –le dije al oído muy despacio, tenía tantas ganas de abrazarla pero no quería incomodarla, aparte me rechazaría así que era mejor que estuviera así, durmiendo, entonces voltee a ver a Joan para preguntarle qué era lo que había pasado, ella no dijo nada pero la note molesta y triste, supuse que se trataba de stu
-a ese ni me lo menciones! –dijo Joan molesta, entonces confirme lo que pensaba, no me quisieron decir nada hasta esperar a que Frida nos quisiera decir. Yo no quise irme de ahí quería estar con ella hasta que despertara, aunque todos me insistían que me fuera no lo lograron.
Ella y Paul se fueron a la cocina a platicar y John salió con Joan a dar una vuelta con todo y lluvia, todos me suplicaron que no despertara a Frida, obviamente no lo pensaba hacer. Al estar a solas con ella me sentí como nunca, era tan hermosa cuando dormía,
-si estuvieras despierta te haría sonreír y te haría sentir mucho mejor –comencé a hablarle aunque ella no me escuchara
-te amo Frida, ese imbécil de Stuart pagara por lo que sea que te haya hecho – en eso regresaron a la sala Paul y Montse.
-bueno yo debo irme mi padre debe de estar preocupado –dijo Paul
-pero Paul está lloviendo –le dijo Montse
-no te preocupes aquí mi amigo George me prestara su paraguas –yo voltee a verlo y él me miraba sonriente
-llévatelo no lo necesitare –le dije
-te piensas quedar a dormir en casa de mi novia? –me pregunto Paul más que sorprendido, le dije que sí y este también decidiría quedarse pues no me iba a dejar solo aquí, pero yo lo que quería era estar con Frida. Entonces Montse nos invitaría a dormir. Quedamos en decir que se quedarían a dormir en mi casa pues así sería más fácil que les dieran permiso, aparte estaba lloviendo muy fuerte. Yo llame a mi madre y le dije que me quedaría a dormir con Paul. Minutos después todos subimos a la recamara de Montse mientras yo cargaba a Frida, ese momento jamás lo cambiaría por nada. Tenía a Frida entre mis brazos.
La recosté en la cama, Montse había dicho que durmiéramos en el piso pero John insistía en dormir con Joan así que accedió, entonces Paul también quiso dormir con Montse mientras yo los miraba molesto
-¿y yo qué? –les dije mirándolos a todos en la cama
-ven a mis brazos mi vida! –me dijo John entre risas, yo lo mire de mala gana, después Montse me diría que también podía dormir con ellos entonces me recosté entre Paul y Frida. No podía creer que la tuviera tan cerca de mí, la acaricie y la bese en la frente mientras le susurraba que la amaba, era una sensación inexplicable, la abrace fuertemente para después quedarme profundamente dormido.
Al día siguiente tuvimos una pequeña charla en el comedor en donde por fin me perdonaba, quedaba todo muy claro entre nosotros pero no me quiso contar lo de Stuart.
*w* oooww!!! george! todo tierno y enamorado xD bueno pues espero que les haya gustado el capitulo =) cambiando a otro tema.... que cren??? :3 jajaja que comenzare a escribir otra nove!! :DDD jajaja este sera el blog donde la publicare http://stuartinmylife.blogspot.com/ ya esta escrita la introducción y ahí se darán cuenta de que tratara la nove :) y pues si les llama la atención léanla y si no pues no xD bueno pz se me cuidan :) saludos a todos!
Los chicos decidieron tocar en el club top ten, siendo la competencia del lugar donde tocábamos haciendo que el dueño del lugar se enfureciera y me delatara con las autoridades diciéndoles que tenía 17 años.
Regrese a Liverpool algo desilusionado por todo, aunque Lennon antes de que me deportaran me dijo que regresaríamos cuando cumpliera 18. Una semana después el mismo tipo acuso a pete y a Paul de haber incendiado el bambi kino, haciendo que también regresaran a Liverpool al igual que John y Montse que también decidieron volver a acepción de Stuart que obviamente se había quedado con Frida, eso me hacia ponerme más que celoso nomas de pensar que estarían allá solos y viviendo juntos.
1 de diciembre de 1960 la volvería a ver…
Después de ir a un bar con los chicos nos fuimos a mi casa, pues los había invitado a cenar
-parece que lloverá –decía Paul mientras miraba en cielo
-esperemos que no porque Mimí me lo advirtió y se enojara si me mojo –decía John mientras metía sus manos a las bolsas de su chamarra
Estábamos a punto de llegar cuando a lo lejos me pareció ver a alguien a fuera de la casa de Montse, fije mas mi vista y pude ver que era Frida y Joan, no lo podía creer! Pero eso era imposible pues ellas se habían quedado en Hamburgo
-miren! –les dije a John y a Paul mientras apuntaba la casa de Montse
-¿Qué George? –pregunto John
-en la casa de Montse –conteste muy emocionado
-no te metas con mi novia George –me dijo Paul, eso me hizo reír mucho
-no, no, Paul es que… -le dije muy nervioso por lo que había visto
-¿es que, qué? –me pregunto John ansioso
-creo que vi a Frida –les dije, se quedaron callados un momento para después burlarse de mi
-creo que nuestro amigo está comenzando a ver visiones –dijo Paul, pues no veía a nadie a fuera de la casa de Montse, pues ya habían entrado
-no estoy jugando, es en serio, estaba ahí yo la vi –trate de que me creyeran, pero seguían burlándose de mí, pero yo estaba seguro que si era ella
-George y sus Frida visiones –le decía John a Paul entre risas, eso me molesto mucho
-Paul, vamos a casa de Montse –le dije a Paul muy ansioso
-¿para qué George?
-quiero saber si en realidad esta Frida ahí –le pedí, pero no quisieron ir, John dijo que pronto se sabría si era ella o no así que tuve que aguantarme. Entramos a mi casa y mi madre ya nos esperaba en la cocina
-hola muchachos ya llegaron –decía ella con una cuchara en la mano
-si mama ya regresamos –le dije mientras me sentaba en el comedor
-buenas noches señora Harrison –saludo Paul amable, el siempre tan cortes
-tranquilo George, es mas ya que cenemos vamos a casa de Montse –me dijo John para animarme pues al parecer me veía muy mal
-está bien, pero yo estoy seguro de que era ella –ambos se miraron y se rieron de nuevo, no quisieron seguir tocando el tema. Mi madre nos dio una deliciosa sopa calientita, ella era la mejor mamá del mundo, pero odiaba que me consintiera frente a mis amigos
-te hice tu sopa prefería George –me decía mientras se acercaba a mi
-gracias mamá –dije sonriente, entonces ella me tomo por las mejillas
-yo siempre te consentiré hijo –John y Paul comenzaron a reírse
-mamá basta! –le dije mientras me hacía a un lado
-ok George –me dio un gran beso en mi mejilla para después irse a la cocina de nuevo
-quere lechita el bebe? –dijo John en tono chiqueado, eso me enojo mas
-vasta Lennon –dije molesto mientras me volteaba a otro lado
-ya John, ¡no molestes al bebe! –le dijo Paul
-también tu McCartney! –lo mire muy irritado
-¡ok ok ya! Cenemos –dijo Paul levantando las manos como diciendo que se rendía. Después de cenar miramos un momento el televisor, pues pasaban a Buddy Holly mi preferido, esperaba que algún día pudiera tocar la guitarra como él lo hacía, era una pena que muriera de esa manera tan trágica.
-bueno George vamos a casa de Montse, quisiera ir a verla –dijo Paul mientras se levantaba del sillón
-perfecto, iré a avisarle a mi madre que iré a… tu casa porque me prestaras algo –dije, pues mi madre no sabía que convivía con ella
-está bien, esperamos afuera –dijo John, yo fui a decirle a mi madre y ella me dijo que no me tardara porque estaba comenzando a llover y aparte ya estaba obscureciendo. Tome un paraguas y salimos los tres.
-es el paraguas más grande que encontré así que alguno no se mojara y los otros si –les decía mientras abría el paraguas
-yo pido en medio –dijo John mientras me lo arrebataba
-hey! Es mío por lo tanto yo iré en medio –le dije mientras trataba de arrebatárselo
-pues por andar de peleoneros yo soy el que iré en medio –dijo Paul mientras lo tomaba rápidamente, no nos quedo de otra más que aceptar, salimos de la casa y fuimos hasta la de Montse. Paul rápido toco el timbre
-¡que esperan! Abran que nos mojamos! –grite desesperado, pues todo mi lado izquierdo estaba mojándose. En eso se abrió la puerta, era Montse
- hola Montse –dijimos los tres al mismo tiempo
-hola chicos, ¿pero que hacen aquí? –dijo ella entre risas
-pues venimos a casa de George, y dije, ¿Por qué no llegamos a casa de mi novia? –dijo Paul gracioso con voz de galán
-pero que ocurrentes son ustedes
-¿no nos vas a invitar a pasar? –pregunto John que se encontraba en la orilla y se estaba mojando todo su lado derecho
-me encantaría, pero… -dijo titubeante
-¿pero qué? –pregunte algo desesperado, pues también yo me mojaba
-es que paso algo muy grave y están aquí… bueno tengo que irme luego les explico –ante aquella reacción de Montse deduje que era verdad lo que vi y no una Frida visión como me dijo John
-¿Frida esta aquí verdad? –pregunto Paul
-¿Cómo es que…? –pregunto Montse sin saber cómo fue que se habían enterado
-es que a George le pareció verla entrar aquí –contesto John
-¿si esta aquí verdad? –insistí, en eso escuchamos a Joan que se acercaba, estaban aquí.
-¿Qué pasa Montse porque duras tan...? –no termino de preguntar cuando John al escuchar la voz de Joan acercándose entro de golpe a la casa empujando a Montse
-¡Joan! Mi amor estas aquí –grito eufórico y lanzándose a abrazarla, ella al verlo se quedo parada sin saber qué hacer
-cállate John no grites por favor –dijo Joan casi en susurro, el no entendió porque, miro a todos lados y me vio acostada en el sillón
-¿Qué le paso a Frida? –Cuando escuche eso, entre casi igual que John, pues me comenzaba a preocupar por Frida -¿Qué le paso a Frida? –entre gritando
-que te calles –me susurro John mientras apuntaba el lugar en donde se encontraba Frida, entonces me quede inmóvil, me pasaron mil cosas por la cabeza pero la primera de ellas fue que por fin estaría junto a mí, me fui acercando poco a poco, estaba recostada en el sillón, me hinque frente a ella y comencé a acariciarla
-¿Qué te paso Frida? –le dije al oído muy despacio, tenía tantas ganas de abrazarla pero no quería incomodarla, aparte me rechazaría así que era mejor que estuviera así, durmiendo, entonces voltee a ver a Joan para preguntarle qué era lo que había pasado, ella no dijo nada pero la note molesta y triste, supuse que se trataba de stu
-a ese ni me lo menciones! –dijo Joan molesta, entonces confirme lo que pensaba, no me quisieron decir nada hasta esperar a que Frida nos quisiera decir. Yo no quise irme de ahí quería estar con ella hasta que despertara, aunque todos me insistían que me fuera no lo lograron.
Ella y Paul se fueron a la cocina a platicar y John salió con Joan a dar una vuelta con todo y lluvia, todos me suplicaron que no despertara a Frida, obviamente no lo pensaba hacer. Al estar a solas con ella me sentí como nunca, era tan hermosa cuando dormía,
-si estuvieras despierta te haría sonreír y te haría sentir mucho mejor –comencé a hablarle aunque ella no me escuchara
-te amo Frida, ese imbécil de Stuart pagara por lo que sea que te haya hecho – en eso regresaron a la sala Paul y Montse.
-bueno yo debo irme mi padre debe de estar preocupado –dijo Paul
-pero Paul está lloviendo –le dijo Montse
-no te preocupes aquí mi amigo George me prestara su paraguas –yo voltee a verlo y él me miraba sonriente
-llévatelo no lo necesitare –le dije
-te piensas quedar a dormir en casa de mi novia? –me pregunto Paul más que sorprendido, le dije que sí y este también decidiría quedarse pues no me iba a dejar solo aquí, pero yo lo que quería era estar con Frida. Entonces Montse nos invitaría a dormir. Quedamos en decir que se quedarían a dormir en mi casa pues así sería más fácil que les dieran permiso, aparte estaba lloviendo muy fuerte. Yo llame a mi madre y le dije que me quedaría a dormir con Paul. Minutos después todos subimos a la recamara de Montse mientras yo cargaba a Frida, ese momento jamás lo cambiaría por nada. Tenía a Frida entre mis brazos.
La recosté en la cama, Montse había dicho que durmiéramos en el piso pero John insistía en dormir con Joan así que accedió, entonces Paul también quiso dormir con Montse mientras yo los miraba molesto
-¿y yo qué? –les dije mirándolos a todos en la cama
-ven a mis brazos mi vida! –me dijo John entre risas, yo lo mire de mala gana, después Montse me diría que también podía dormir con ellos entonces me recosté entre Paul y Frida. No podía creer que la tuviera tan cerca de mí, la acaricie y la bese en la frente mientras le susurraba que la amaba, era una sensación inexplicable, la abrace fuertemente para después quedarme profundamente dormido.
Al día siguiente tuvimos una pequeña charla en el comedor en donde por fin me perdonaba, quedaba todo muy claro entre nosotros pero no me quiso contar lo de Stuart.
*w* oooww!!! george! todo tierno y enamorado xD bueno pues espero que les haya gustado el capitulo =) cambiando a otro tema.... que cren??? :3 jajaja que comenzare a escribir otra nove!! :DDD jajaja este sera el blog donde la publicare http://stuartinmylife.blogspot.com/ ya esta escrita la introducción y ahí se darán cuenta de que tratara la nove :) y pues si les llama la atención léanla y si no pues no xD bueno pz se me cuidan :) saludos a todos!
lunes, 9 de enero de 2012
03
Agosto de 1960 buscando triunfar…
En agosto, nuestro agente de reservas decidió enviarnos a Hamburgo a probar suerte, diciéndonos que nos iría bien pues un grupo que había mandado le había ido muy bien. Pero había un problema, mi edad, era menor de edad y teníamos que decir la mentira de que tenía 18 o si no nos echarían del país. Todos aceptamos pero yo no quería separarme de Frida.
Una noche antes de irnos a Hamburgo le escribí una carta, no sé ni cómo me atreví a hacer eso pero la hice, se la di a mi hermano y le dije que cuando la viera se la diera. A la mañana siguiente nos fuimos rumbo a Hamburgo.
Llegamos a Hamburgo, John vomito barias veces en el barco, nos daba risa por que minutos antes de que subiéramos al barco nos decía que su padre era marinero y que sabía perfectamente todo lo de los barcos. El lugar donde llegamos a dormir era deplorable, estaba lleno de cucarachas pero en fin, eran 3 camas y dos en litera, yo decidí acostarme en la de abajo con Paul mientras stu y John dormían arriba, pete se había quedado en la cama individual. Las noches eran muy pesadas, así que comenzamos a consumir somníferos para aguantar más, en uno de los bares conocimos a un chico llamado Klaus, que tiempo después se haría muy amigo de nosotros y también de su entonces novia Astrid Kirchherr.
Una noche cuando salimos de un club nos quedamos stu y yo sentados en la banqueta de la calle fumando unos cigarrillos
-extraño mucho Liverpool –me decía mientras miraba el horizonte
-también yo –dije mientras lanzaba un suspiro al recordar a Frida
-ese suspiro solo fue por Liverpool? –me pregunto stu molesto
-si stu, por quien más? –trate de disimular
-pues… no nada –me dijo para quedarse pensativo, automáticamente supuse que ya sabía por qué había suspirado
-y no has sabido nada de las chicas? –quise cambiar el tema
-no nada, le dije a Shotton que me mandara una carta cuando supiera algo de ellas, pero en especial de Frida –yo me quede en silencio, pues me incomode un poco
-debimos de haberles avisado que vendríamos –le dije
George, John tenía razón, si les avisábamos nunca nos hubieran dejado venir y tampoco nosotros podríamos venir al verlas tristes por nuestra partida –creo que si tenía razón, pues si hubiera visto a Frida triste no hubiera venido. Después de varios minutos vimos a lo lejos a un par de chicas que venían en un estado bastante vergonzoso, ni un hombre se pone así, bueno solo John.
-mira a esas chicas que vienen ahí –le dije a stu mientras las apuntaba
-mira que mal vienen –me contesto
-al parecer solo una viene muy mal –le dije al ver bien a las chicas
-escucha! Vienen hablando ingles, no son de aquí –me dijo stu, ambos nos sorprendimos muchísimo al ver que eran Frida y Joan
-no puede ser! –dijo stu para después caminar hasta ellas, yo lo seguí
-Frida eres tú? –le pregunto stu a la chica que cargaba a la otra
-stu pero… no lo puedo creer! –dijo ella más que feliz, su carita se ilumino de alegría, eso me hizo sonreír
-que sorpresa verlas aquí! –les dije sin dejar de mirarla, había cambiado un poco pero se seguía viendo hermosa, más que nunca. Después de platicar sobre cómo fue que llegaron aquí le preguntamos qué era lo que le había pasado a Joan
-tomo demasiado, primero cervezas y después termino con whisky –entonces de inmediato la ayude a cargarla, la tome por las piernas y por la espalda y la levante en peso, nos dirigimos al lugar en donde estaban durmiendo y la deje en su cama. Seguimos platicando pero después de un rato me sentí incomodo entre Frida y stu, aun me molestaba pero tenía que soportarlo, al parecer así seria toda la vida. Me Salí de ahí y me dirigí a nuestro cuartucho pensando en lo pequeño que es el mundo y de cómo el destino una vez más me ponía a Frida en mi vida, algo me decía que ella y yo teníamos que estar juntos.
A la mañana siguiente John quiso que lo acompañara a ver a Joan, toda la noche se la paso hablando de ella así que lo acompañe, los demás irían mas tarde.
-gracias pequeño George te deberé una –me dijo mientras se ponía su ropa
-descuida John, para eso estamos –le dije, en parte lo hacía para ir a ver a Frida. Era muy temprano pero John no podía esperar más, nos dirigimos al lugar que estaba cerca de donde nosotros nos estábamos quedando. John comenzó a tocar la puerta bastante fuerte
-hey! John cálmate!! Si están dormidas las vas a asustar! –le dije mientras lo detenía pero el volvió a tocar, en eso se abrió la puerta y vi que era Frida, mi corazón comenzó a latir fuerte, John la empujo para entrar, comenzó a buscar a Joan por todas partes
-Lennon cálmate! –le grite, era demasiado impulsivo
-pero que hacen aquí tan temprano? –nos pregunto ella mientras se arreglaba el cabello
-a Stuart se le ocurrió la brillante idea de decirle a John que las habíamos visto, aparte de que no nos dejo dormir nos hizo levantarnos muy temprano para venir a verlas –le decía mientras me sentaba en un amplificador
-pues ahí esta John, aun duerme –le dijo Frida a él mientras apuntaba a Joan que se encontraba profundamente dormida. Solo esperaba que John no notara lo cruda que estaba. John corrió a abrazarla y a llenarla de besos, la despertó de inmediato y comenzaron a charlar. Creo que Frida y yo comenzábamos a hacer mal tercio. Voltee a verla y vi que los miraba con una gran sonrisa, me preguntaba si había recibido la carta que le escribí aunque lo dudaba pues ellas también estaban aquí en Hamburgo, me moría de la curiosidad por saber si mi hermano la alcanzo a ver, pero a la vez me daba vergüenza de que ya supiera mis sentimientos hacia ella
-y donde está stu? –me pregunto, cosa que me hizo sentirme incomodo
-pues dijo que más tarde vendría –dije sin mirarla, pensé que seria el momento perfecto para platicar con ella así que decidí invitarla a salir a caminar
-oye Frida te molestaría si salimos a caminar? –me acerque a ella
-pues sí, aquí salimos sobrando –me dijo mientras se acomodaba su cabello, entonces yo abrí la puerta y extendí mi mano para que saliera ella primero, tomo su suéter y se limpio un poco la cara para después salir, estaba más que nervioso no sabía ni que decirle pero me sentía de lo mejor estando junto a ella
-hace frio –le dije mientras miraba el cielo
-si un poco –me contesto, entonces comencé a preguntarle cosas
-y cómo fue que te saliste de tu casa? –le pregunte, pues eso me había sorprendido mucho, ella no era de ese tipo de chicas que se salen de su casa así por nomas
-pues es una decisión que me arrepiento de tomarla porque eso no va con migo –me dijo, yo sonreí pues tenía razón, ella no es ese tipo de chicas, aunque se me vino a la mente que entonces pensaba regresarse
-entonces, piensas volver a Liverpool? –le pregunte con semblante triste, ella puso su mano en mi hombro
-no George, a menos de que vengan por mi –me dijo algo triste, me inspiraba tanta ternura era la chica perfecta. Así seguimos charlando, me conto todo sobre cómo fue que llegaron aquí, y como se entero su madre de que estaban aquí. En eso escuchamos a Montse y a otra chica que le hablaban a Frida. Se acercaron y Montse me miro, su rostro se ilumino al verme –aun siente algo- pensé al ver como se me encimaba para abrazarme y darme de besos, me sentía muy incomodo. Frida la regaño por no haber ido a dormir al cuarto, también ellas traían un semblante extraño. Para que Frida nos las siguiera regañando salieron corriendo mientras nosotros nos dirigimos a un parque que estaba por ahí cerca, todo era perfecto. En eso Frida saco las manos de las bolsas de su suéter y vi que cayó una hoja de papel doblada, me agache para recogerla.
-Espera yo la levanto –la tome y comencé a ver el papel, se me hacía bastante familiar, pues parecía de una hoja de un cuaderno que mi padre me había dado, era de hojas bastante peculiares, así que supuse que era mi carta que le escribí, me puse nervioso
-es la carta que… cuando viste a mi hermano? –le pregunte pues no pude creer que lo viera tan rápido, me dijo que lo vio un día antes de venirse para acá
-pensé que jamás la leerías… yo –en eso escuche la voz de Stuart, cerré los ojos y apreté los labios –maldición! –pensé, nunca voy a estar a solas con Frida para charlas o qué? –me lo pregunte, sentí como Frida me arrebataba el papel, Stuart se llevo a Frida y yo decidí irme de nuevo al cuarto, estaba tan molesto! Aunque no podía hacer nada pues aunque Stuart se me había adelantado yo no era la clase de chicos que les gusta bajar novias así que me comenzaba a resignar aunque nunca lo logre. Al llegar al cuarto me recosté en la cama de pete sin dejar de ver el techo.
-que te ocurre George? –me pregunto Paul
-nada –ni siquiera lo mire
-es por Frida verdad? –suspire profundamente
-si es por ella, al parecer ya leyó mi carta –Paul no lo podía creer, le comencé a contar como me había dicho que recibió mi carta. Le dije que también Montse estaba aquí y el se pondría como loco
-iré a ir a ver a Montse! –se comenzó a arreglar, yo ni siquiera lo mire
-no gustas acompañarme para darme ánimos? –me pregunto Paul, yo no quería que Montse reaccionara como lo hizo antes, pues Paul se daría cuenta de que ella me quiere a mí, pero se me ocurrió una idea así que me levante y decidí acompañarlo.
Paul se detuvo en un lugar para comprarle un ramo de flores a Montse, mi amigo estaba tan ilusionado con ella, al llegar le dije que esperara abajo que iría por ella, subí las escaleras y entre, estaban todos llame a Montse para que viniera un momento y John comenzó a molestarme como siempre, no quería que Montse comenzara a hacerse ilusiones pues al ver su rostro pensaba que le diría lo que siempre estaba esperando así que al salir fui algo directo
-hasta aquí llego yo –le dije sonriente
-pero… no entiendo –me dijo Montse mirándome sin comprender, así que decidí aclarar todo
-antes que nada Montse quisiera decirte que eres una linda chica, tienes un lindo rostro en verdad que es una lástima que no puedo corresponder tus sentimientos –al escuchar eso, su semblante cambio por completo, desvió la mirada al piso y mordió su labio inferior
-hey, pero no te me pongas triste, lo último que me gustaría hacer es que una linda chica como tú llore por mi causa –le dije, la tome por el mentón y vi como sus lindos ojos se llenaban de lagrimas, lo cual hizo que la abrazara, no quería que llorara por mi
-no Montse, no llores por mí, allá esta un amigo mío que está loco por ti y que me gustaría que trataras de quererlo porque es muy especial
-es que tu no entiendes George –me dijo con lagrimas rodando por su rostro –yo te quiero a ti George, desde que llegaste al vecindario no hago otra cosa más que verte, siempre me gustaste, ¡siempre George¡ -dijo Montse llorando desconsolada y llevando sus manos a su rostro, sus palabras me hicieron sentirme mal, pero que podía hacer si yo me moría por Frida
-en el corazón no se manda Montse, en verdad que me hubiera encantado fijarme en ti y no en…
-¿en Frida verdad? –me interrumpió
-si Montse, en Frida –le dije sin mirarla para no ver su reacción
-espero que ella algún día se dé cuenta de cuánto la quieres –me dijo mientras limpiaba sus lagrimas
-eso será imposible mientras stu este con ella –le dije mientras buscaba un pañuelo para que se limpiara las lagrimas
-¿solo para esto me trajiste? –me pregunto un poco molesta, pues ella esperaba que le dijera otra cosa
-no, mira para allá, ¿Ves a ese chico que está sentado en aquella banqueta? –le pregunte mientras le apuntaba a Paul que estaba sentado dándonos la espalda
-sí, ¿que con él?–pregunto ella viendo a Paul con indiferencia
-a pues te está esperando –le dije sonriente
-sí, es Paul –me dijo, ella solo miraba a el chico sentado y poco a poco empezó a ver a Paul en el, me miro de nuevo y le di mi pañuelo
-toma, quiero que conserves este pañuelo, y espero que en un futuro cuando lo veas te acuerdes de el día que te rompí el corazón para que seas feliz con Paul –le dije con una gran sonrisa, ella poco a poco tomo el pañuelo y lo miro con una gran nostalgia, lo acaricio un par de veces y lo guardo en la bolsa de su suéter, después me miro, y nos sonreímos para después darnos un fuerte abrazo
-te ofrezco mi más sincera amistad Montse, cuentas con migo para todo lo que tú quieras –le dije a Montse que seguía entre mis brazos, ella solo hecho un gran suspiro
-espero que este gran dolor por el que estoy pasando valga la pena –dijo Montse soltándose de mi
-veras que si –le dije mientras acariciaba su mejilla, no me gustaba verla así por mi
-anda no hagas esperar más a Paul –le dije apuntando a Paul, ella se volteo a verlo y comenzó a caminar hacia él, yo sentía un gran alivio de haber hecho todo aquello y esperaba que sirviera de algo, por lo menos que sirviera para que Montse tomara mas enserio a Paul y dejara de fijarse en mi, pronto vi como Montse llego hasta él, entonces yo me di vuelta y comencé a caminar, me dirigí a un pequeño club que se encontraba por ahí cerca, quería pensar bien las cosas de que era lo que iba a hacer ahora con mis sentimientos.
Regrese con los chicos y ensayamos un poco, esa noche tocamos en el club y paso algo que me molesto muchísimo! Pues Stuart comenzaba a fijarse mucho en Astrid cosa que no aguante pues Frida sufría y mucho.
John Paul pete y yo decidimos ir a un burdel, era la primera vez que iba a uno y la verdad no me gusto mucho, pero Paul y John estaban más que felices ahí, cerca de las 12 de la noche regresamos con unas chicas, los demás entraron al cuarto con ellas mientras yo espere afuera a que terminaran de hacer sus porquerías. No podía creer que John teniendo a Joan y Paul queriendo a Montse fueran capases de hacer eso, yo no tenía a Frida con migo, ni tampoco tenía su cariño pero algo en mi me decía que no me metiera con alguien más. Prendí un cigarrillo y mire el cielo, hacia algo de frio de pronto vi que venían stu y Frida juntos, pero se veían algo tristes y molestos.
-que haces aquí? –me pregunto stu
-pues estoy tomando el fresco –dije simulando una sonrisa, trataba de ocultar las idioteces de aquellos tres
-que están haciendo los otros tres? –me pregunto stu, yo ni supe que decirle
-no lo sé –dije sin mirarlo, sabía perfectamente que stu se molestaría, se asomo por la ventana y los vio, se enojo bastante y entro al cuarto dejándonos a mí y a Frida. Apague el cigarro y me acerque a ella
-por qué no entraste? –me pregunto mientras se recargaba junto a mí, no sabía ni que decirle
-porque no –conteste a secas, note que sonrió por mi respuesta
-no lo puedo creer –me dijo entre risas, no comprendía por qué se reía
-¿Qué no puedes creer? Para mí eso no es lo más importante para mí, ve a John se supone que esta con Joan ¿no? Y qué me dices de Paul, creí que en verdad le interesaba Montse –le decía mientras miraba la ventana
-¿y tú? Veo que respetas a alguien –me dijo, yo me quede helado
-pues no, no tengo a nadie pero se supone que si estoy enamorado de alguien la tengo que respetar no como aquel par –le dije, aunque estaba seguro que había captado la indirecta
-¿entonces estas enamorado? –me pregunto, yo me puse nervioso, pues no sabía que contestarle
-Frida, ¿leíste la carta que mi hermano te dio? –le pregunte mirándola fijamente
-pues… si –me dijo nerviosa, rápido percibí que ya me había entendido
-entonces ya sabes que yo, bueno… tu estas con stu y pues –cuando le dije eso note que comenzó a entristecerse, algo había pasado con ese idiota
-¿Qué pasa? Acaso te hizo algo? –le pregunte preocupado por ella
-el y yo acabamos de terminar, o al menos eso pareció –me dijo muy triste, yo no lo podía creer pero en parte la felicidad invadió mi cuerpo
-¿Qué fue lo que te hizo? Es por Astrid ¿Cierto? –le pregunte molesto, pues stu últimamente andaba tras ella
-podría decirse que si –me respondió a punto de llorar
-no puedo creer que ese idiota te haya cambiado por esa chica –le dije más que molesto, es un idiota! Como pudo hacer eso?, primero me arrebata la oportunidad de estar con la mujer que más quiero para que, para hacer daño?
-pues no es fea –me dijo sin dejar de verme
-pero no es más linda que tu, -le dije mientras me ponía frente de ella, después vi como poco a poco fueron saliendo unas lagrimas, eso me hizo enojarme más con Stuart, yo la abrace fuertemente, escuchaba sus suspiros creo que se enamoro de él, me sentía muy mal por ella pero me sentía furioso con el
-no llores Frida, no vale la pena –le dije mientras besaba su cabeza, era la primera vez que la tenía entre mis brazos, fue una sensación inexplicable, no quería que terminara jamás!
-debo irme George –me dijo mientras se soltaba de mi lentamente
-espera aquí le diré a stu que te lleve, bueno con el viniste supongo que… -me interrumpió
-no George yo ya no quiero saber nada de él yo me iré sola –me dijo mientras trataba de calmar su llanto
-eso sí que no Frida, yo te acompañare, espera un momento les diré a los chicos, aunque no creo que les importe –comencé a caminar al interior del cuarto para decirles pero en eso salió John borrachísimo, Frida lo regaño y también yo. Al la mañana siguiente nos enteramos que Frida no había dormido en el cuarto, eso me preocupo muchísimo yo sabía que la tenía que acompañar! Me sentía tan culpable por haberla dejado ir sola.
Después de que la encontramos pasaron una serie de cosas que me dolieron muchísimo pues Frida había decidido volver con stu y no solo eso, también se fue a vivir con él en el mismo cuarto que nosotros, esos días para mi fueron de profunda agonía pues tenía que ver todos los días como se abrazaban y se besaban, y aparte de todo verlos dormir juntos. A raíz de eso empecé a escribir muchas canciones que hablaban de todo lo que sentía, aunque me las guarde para mí.
Meses después se fueron a vivir a otro lado, stu salió del grupo y se dedico a pintar, por parte estaba bien pues ya no vería a ese par juntos, me incomodaba demasiado.
D:!! creo que ahora si me excedí! jajaja díganme si les estoy poniendo muchas letras xD bueno pues espero que les haya gustado este largo capitulo xD se me cuidan y los veo en la próxima publicación :3
miércoles, 4 de enero de 2012
02
20 de agosto de 1957 sentí que la perdía…
La mamá de John quería organizar una fiesta en su casa con todos nosotros para celebrar que nos iba muy bien en el grupo, pues también yo había entrado, Paul me recomendó con John y me acepto.
-y quien ira? –le pregunte a John
-pues todos los que quieran ir –me respondió algo despreocupado
-hey! Dile a Eric que invite a su amigo! El hermano de tu novia –dijo Paul echándole carrilla a John, pues este aun no se animaba a decirle nada a Joan
-cállate!! No es mi novia! –dijo molesto
-bueno está bien, tranquilo –le contesto. A mí me había parecido una buena idea pues así podríamos invitar a las chicas y de seguro iría Frida
-y también dile que invite a su hermana y a sus amigas
-y tu porque tienes tanto interés en las amigas de Joan? –me pregunto John y yo no supe que decir
-bueno, creí que sería buena idea, aparte dijiste que podía venir todo el que quisiera –por poco y me echaba de cabeza, si les decía que me gustaba la amiga de Joan no me la acabaría con la carrilla, aunque estaba 100% seguro de que ya lo sospechaban, solo se lo había confiado a Stuart.
Ese día en la tarde fuimos a casa de la mamá de John, nos divertimos mucho por las estupideces de John y las de pete, ese par era tan ocurrente, comenzó a llegar la gente, casi todos estaban afuera en la entrada, yo estaba sentado con Stuart charlando cuando de pronto escuche que alguien gritaba, Salí de la casa y me di cuenta de que pete molestaba a Frida. Me enfurecí mas cuando ella le tiro la cerveza en su camisa haciendo que él le gritara de una manera que jamás debió de haberlo hecho, así que sin pensarlo dos veces me puse en frente de ese imbécil
-cuidadito en cómo le hablas a Frida! Escuchaste imbécil? -Le dije furioso tenía ganas de matarlo
-tú no te metas Harrison –me dijo indiferente a mis palabras, entonces yo lo tome por el cuello de su camisa y lo azote contra la pared
-me meto porque… no me gusta que le hablen así a una mujer y mucho menos si se trata de… alguien que yo conozco! me escuchaste? –le dije titubeante, pues estuve a nada de ventilar lo que sentía por ella, -así que te pido por favor que en lo que resta de la tarde no la mires, no le hables, en pocas palabras no la molestes, me escuchaste imbécil!? –le dije más que molesto, lo solté de golpe y me quede ahí mirándolo aun muy molesto, al igual que el que me miraba de manera retadora. En eso salió John para saludar a las chicas, eso me hizo salir de mi enojo un poco. Todos entramos a la casa, le cedí el paso a Frida lo cual me respondió con una sonrisa, me encantaba verla sonreír.
Minutos después vi que Stuart llevaba a Frida a afuera, se me hizo extraño así que decidí observarlos desde una ventana, como me hubiera encantado escuchar lo que decían, yo no dejaba de ver a Frida era tan hermosa y el abrigo que le regale se le veía muy bien, de pronto vi que Stuart la tomaba de la mano, eso se me hizo muy sospechoso así que decidí acercarme a la puerta y cuando llegue a la puerta vi que estaban a nada de besarse, él la tomaba por la cintura y la acercaba cada vez más a él, me moría de celos! Esto no era posible! Stuart sabía perfectamente que a mí me gustaba Frida, así que los interrumpí muy molesto
-hey Stuart! Tienes que venir a ver esto! –fue lo único que se me ocurrió para llamar su atención, el me respondió bastante molesto
-que pasa George? –eso me molesto aun mas
-tienes que venir! –le exigí, comenzó a caminar hasta mi y le pedí que fuéramos a la cocina
-qué pasa? Se te quemo la sopa querido? –me dijo de manera burlona, me giré de golpe y lo mire bastante molesto
-Stuart esto es serio! Que ya se te olvido lo que te dije el otro día? –el me miro como tratando de recordar
-qué? –dijo despreocupado
-que a mí me gusta Frida! Que intentas con ella?? Ya sabes perfectamente lo que siento por ella y a lo que veo a ti te vale! –le dije mientras me movía de un lado para otro
-pues a mí también me gusta, y desde mucho antes que tu –lo mire molesto, no quise seguir discutiendo ese tema, al parecer esto ya se había convertido en una guerra, Salí de la cocina más que molesto. No vi a Frida por ningún lado, me senté junto a él hermano de Joan para platicar un rato, de pronto vi que Frida entraba a la casa y se dirigía a la cocina con una de sus amigas, entonces yo la seguí
-Frida aquí estas –le dije, ella volteo y me miro muy molesta y me diría algo que terminaría por comprender de que ella quería a Stuart
-si aquí estoy me ocupabas para algo? –me contesto de mala gana
-no nada es solo que… ocurre algo? –quise saber
-no nada, bueno si ocurre algo –me dijo mientras dejaba su baso en la barra y se giraba de nuevo a mi mas que molesta
-para la otra no me defiendas por favor, no me ayudes ni me hables ni nada –sus palabras me hicieron sentir muy mal, sentía que todo lo que había construido con ella se había venido abajo
-qué? Pero por qué? –le pregunte, pues no sabía porque me había dicho eso
-por que gracias a eso estuve a punto de perder a una amiga –la cabeza me dio vueltas, pues no sabía de qué amiga se trataba
-oye espera no entiendo –le pregunte
-George te voy a dejar algo muy claro, te agradezco infinitamente el detalle que tuviste con migo al reponerme mi abrigo que estropeaste y te agradezco que te hallas portado como un caballero todo este tiempo con migo pero –en eso la interrumpí, pues era más que obvio que no quería que la molestara mas por lo de Stuart, así que pensé en decirle una vez por todas lo que sentía por ella
-no Frida espera, es que yo tengo algo que decirte –ella no me quiso escuchar
-George espera, si intentas algo mas con migo pues pierdes tu tiempo porque jamás me fijare en ti –eso me dolió tanto como jamás creí que me doliera, sentí unas ganas de llorar, me sentía desesperado
-es por Stuart verdad? –fui al grano
-pues si ya lo sabes para que me lo preguntas –los celos me invadieron, cerré mis puños y respire hondo –maldito Stuart- pensé
-pues espero que ese… Stuart sepa valorarte porque eres alguien muy especial, por lo menos para mí si lo eres –ella no me respondió nada, yo mire de reojo su abrigo que le había regalado, era la primera vez que se lo veía puesto y se veía más que linda
-por cierto, se te ve hermoso el abrigo –le dije mientras la miraba de pies a cabeza, me acerque y la bese en la mejilla, sentía tantas ganas de abrazarla con fuerza, algo en ella me atraía demasiado. Me di media vuelta y Salí de la casa, no me despedí de nadie pues no quería que me preguntaran porque me iba. Mientras caminaba hacia mi casa pateaba todo lo que se me pusiera en frente, sentía una opresión en el pecho y una especie de hormigueo en el estomago –esto es el amor? –me pregunte a mí mismo, porque de ser así es de lo mas decepcionante y desesperante que he sentido, amaba tanto a Frida sin conocerla del todo, Estaba decidido a luchar por ella. Me quede afuera de mi casa no quería entrar aun, así que me senté en las escaleras de la entrada, apoye mis codos en mis rodillas y mire el suelo, suspire profundamente –por que!!! –grite mientras me enderezaba, tenía que superarlo era increíble cómo me afectaba tanto saber que Frida estaba con alguien más. De pronto vi que se estacionaba la camioneta de Richard el hermano de Joan, y en la parte trasera iban Frida y Stuart abrazados, inconscientemente se me comenzaron a llenar los ojos de lagrimas. Dicen que los hombres no lloran pero esto iba más lejos de todos esos dichos. Se bajo ella y de tras de ella él, se fue la camioneta y se quedaron solos en la entrada, charlaban mucho! Después vi algo que termino con mi paciencia, si, un beso entre ellos dos, ese maldito besaba a mi Frida, con coraje limpiaba una lagrima que salía de mi ojo para después levantarme y sacudir mi pantalón, Stuart se despidió de Frida y comenzó a caminar, paso por fuera de mi casa y me acerque a él
-oye tu! –le grite, haciendo que el volteara, no me dijo nada así que seguí
-lo vi todo sabes? –le dije molesto recordando todo
-George yo… -lo interrumpí
-no tienes nada que decirme Sutcllife, es más que obvio que no te importaron mis sentimientos –me acerque a él y lo rete con la mirada
-esto ya se convirtió en guerra –le dije molesto para después darle la espalda, escuche que me hablaba
-George yo no quiero tener problemas con tigo, sabes yo… -eso me molesto mas por que el problema ya lo tenía, así que lo interrumpí
-cállate Sutcllife!! Ya tienes problemas con migo! –le grite para seguir caminando hasta mi casa
-espera George!! Frida jamás podría acercarse a ti por… -me giré de golpe y me acerque a el de nuevo
-por qué? Porque te prefiere a ti? Eso ya me lo dijo ella –le dije molesto recordando sus palabras que me hirieron tanto
-en serio te dijo eso? –me pregunto sínicamente
-ahora me vas a salir con que no lo sabías? –le pregunte molesto, tenía tantas ganas de partirle la cara
-eso no te iba a decir, ella no puede corresponderte por qué traicionaría a alguien que ella quiere demasiado –eso me hizo reír, pues estaba el burro hablando de orejas
-y lo que tú me hiciste Stuart? Como se llama!? –no quise seguir hablando con el por qué ahora si le dejaría mis puños marcados en sus cachetes. Azote la puerta de mi casa y mis papas se preocuparon, les dije que no me pasaba nada y subí rápido a mi recamara, me tire en la cama boca abajo pensando de nuevo en las palabras que Frida me había dicho, las escuchaba tan claro que hicieron que salieran de nuevo las lagrimas, aunque esta vez las deje salir pues me encontraba en mi recamara donde nadie me pudiera ver llorar por una mujer.
15 de enero de 1960 tuve que tomar cartas en el asunto…
Frida y su familia se mudaron de la colonia, eso me hizo sentirme mal, pues de alguna manera la veía todos los días. Entre stu y yo las cosas ya se habían suavizado aunque siempre existió esa rivalidad. Me entere que Montse estuvo amándome en silencio y que era ella la persona que Frida no quería lastimar si salía con migo, así que puse de mi parte y le hable de mi amigo Paul que se moría por ella, y así fue como tiempo después comenzaron a salir.
ándenles jajajaja xD les puse 2 fechas para que no digan XD eso que! jajaa bueno pues espero que si la estén leyendo :S y espero que si les este gustando :3 si no pues díganmelo xD para ya no publicarla jajajaja sale pues se me cuidan =) biie
lunes, 2 de enero de 2012
01
“I NEED YOU”
Versión alternativa
23 de Julio de 1957 el día que mi vida cambio…
Maldición, un día mas que tenía que ir a casa de mi “querida” tía, en parte lo hacía para distraerme un poco de las tareas, pero era extremadamente molesto aparte parecía que iba a llover, pero tenía que obedecer a mi madre. Tenía que limpiar su jardín durante 2 semanas, pues a mi querido amigo Paul se le había ocurrido destrozarlo un día que lo invite para el cumpleaños de mi tía. En eso empezó a llover y corrí a un restaurant que estaba ahí. Al entrar escuche a unas chicas gritar mucho así que voltee para ver quién era y entre ellas vi a la hija de la familia Vilamur que vivían a dos casas de la mía –esa chica otra vez –dije entre dientes, pues ya me la había topado en diferentes lugares y siempre me miraba, era más que obvio que le gustaba, no quise seguir pensando en eso así que me senté muy lejos de ahí donde no me vieran para tomarme un café mientras se calmaba la lluvia. Después de esperar termino de llover, así que Salí del lugar la casa de mi tía quedaba ya muy cerca.
-ya llegaste George, así que rápido ponte a sembrar estas semillas –me saludo mi tía amablemente como siempre solía hacerlo, no sabía porque ella era completamente diferente a mi madre, que de lo contrario era muy amable y gentil. No dije nada y me puse a hacer lo que me había dicho, dure aproximadamente 2 horas, parecía que ya había quedado listo aunque aún faltaban 2 días y estaba seguro de que mi tía no me los perdonaría. Me despedí y me fui a mi casa, ya estaba a unas cuantas casas de llegar a mi casa, en eso me distraje pues me había parecido ver a lo lejos al hermano de Paul, caminaba sin mirar al frente cuando de pronto sentí que había chocado con alguien y en efecto cheque con una chica
-¡perdón! No me fije disculpa –no supe que mas decir, vi que ella se levanto muy molesta y eso me preocupo
-¡¿por qué no te fijas bien por donde caminas!? ¿Que no tienes ojos o qué? –me grito más que molesta, aunque yo vi algo más que su molestia pues me parecía una muy linda chica, ojala y más a menudo chocara con ese tipo de chicas tan lindas
-lo siento, de verdad que iba muy distraído –no me quedo más que decir, la ayude a levantarse con mucho cuidado pues no quería que volviera a caer, pues entonces si me mataría, cuando ya estaba de pie quise tomar su bolso que estaba todavía tirado y ahí fue donde volvió a gritarme
-¡¡no te atrevas a tocar mi bolso!! – ¡valla pero que chica! Nunca me imagine que un bolso fuera tan importante para ellas, así que lo deje donde estaba y me volví a disculpar
-ok, está bien, discúlpame –le dije muy apenado, me molesto haberle ocasionado este mal rato a esta chica. Después volteo a verme a la cara, ¡por fin! Pude ver que tenía los ojos más lindos del mundo, esta chica sí que me había llegado del cielo era más que hermosa
-¿aun sigues enojada con migo? –le pregunte con una media sonrisa, se me hizo extraño que no me contestara y que su expresión ya no fuera de enojo sino de asombro
-hola ¿sigues ahí? –le pregunte mientras movía mi mano en frente de su vista, pues se había quedado inmóvil
-perdón es que ya me tengo que ir –me dijo de repente, mire su ropa y vi que estaba llena de lodo, me sentí sumamente avergonzado con ella
-oye pero no quise arruinar tu hermoso abrigo, mira como quedo –lo señale, cosa que no debí de haber dicho, pues ella se volvió a enojar y volvió a gritarme
-¡no puede ser! ¡Mira nada mas como me lo dejaste! ¡¡Mama va a matarme cuando me vea así!! –grito tan fuerte que varias personas que caminaban por ahí voltearon a vernos, ahora no sabía si me daba pena verla sucia por mi culpa o ver cómo nos miraban todos
-rayos! Perdón no sé cómo disculparme –le dije para que se calmara un poco
-pues me harías un bien yéndote de mi vista –me dijo molesta y aventándome para que ella pasara, por poco y caigo también yo al lodo cosa que ella hubiera disfrutado mucho, -tan linda y tan enojona-, pensé. Poco a poco se fue alejando, en eso voltee para atrás y cuando regrese mi mirada a la chica a no estaba
-es bruja? –me pregunte al ver que había desaparecido de un momento a otro, en fin cruce la calle y entre a mi casa, pero aun seguía con la incógnita de quién sería esa chica, me había parecido muy hermosa todo el resto del día pensé en ella. Esa noche me llamo Paul diciéndome que iría al jardín delantero de la iglesia St. Peter por que iba a haber un tipo festival donde tocaría el amigo de otro de nuestros compañeros de clase
-que dices George, vamos? –me decía Paul animado
-gracias Paul pero debo de ir con mi tía, tu sabes de que hablo –le dije molesto, pues era por su culpa que yo fuera todos los días a casa de mi tía la amargada
-no me digas que aun no te levantan el castigo? –dijo admirado y con cierto tono en su voz de alegría, yo no le conteste nada, solo refunfuñe
-bueno pues me hubiera gustado que me acompañaras
-a mi también, sirve que me distraigo un poco de todo –dije en tono de enfado
-bueno George debo colgar, luego te veo –cuando colgué el teléfono me fui a mi recamara a hacer lo que más me gustaba en el mundo, tocar mi guitarra.
A la mañana siguiente Salí a casa de mi tía, al salir de ahí fui a comprar unas cosas al centro. Pase por una tienda donde vendían ropa así que entre, no tenía nada más que hacer. Mientras buscaba algo interesante me tope con un abrigo que tenia puesto un maniquí, de pronto vi a la chica que tire sin querer con ese abrigo –si tan solo la volviera a ver le obsequiaría este abrigo –pensé, pues creía que le gustaría, se me hacia bien. –Pero ni en mil años me la volvería a topar –volvía a pensar desilusionado y dirigiéndome a otro lado. Me compre un par de camisas blancas, pues la única que tenía ya se me estaba gastando mucho. Iba rumbo a mi casa pensando en infinidad de cosas, tenía pensado ir a visitar a Paul para quizás ir por ahí, cuando a lo lejos me pareció ver a la chica que tire, acelere mi paso para percatarme de que si fuera ella, y al ver que si era me llene de emoción, comencé a caminar más rápido, cruce la calle y la salude
-hola –dije tímidamente, pues no sé ni por que la había saludado, no tenia tema de conversación con ella
-hola, que pequeño es el mundo –me dijo sin mirarme, notaba en ella mucha indiferencia hacia mí
-aquí es donde vives? –le pregunte
-por desgracia –me contesto con voz muy baja, así que casi no le entendí si me había dicho eso u otra cosa
-perdón?
-si aquí es donde vivo –me dijo algo molesta, creo que le había incomodado que supiera en donde vivía, pero para mí era la gloria pues la tenia justo en frente de mi casa, aproveche para pedirle disculpas de nuevo pues quería poder invitarla a alguna parte y molesta sería imposible
-oye, quisiera pedirte disculpas, es que en verdad estaba distraído y no te vi, en realidad no lo hice a propósito –puse mi mejor cara de arrepentimiento, en eso me interrumpió
-está bien te perdono aunque eso no haga que mi abrigo este limpio de nuevo –valla! Pero como le puede importar tanto una prenda, pensé
-y podría saber tu nombre? –le pregunte ansioso pero a la vez temeroso, duro mucho para contestarme, creí que no me lo diría
-Frida
-lindo nombre –las palabras se me salían de la boca sin pensar en lo que ella pudiera decir, también yo decidí decirle mi nombre
-yo me llamo –en eso me interrumpió para decir ella mi nombre, cosa que me dejo completamente sorprendido, -como puede ser que ella si me conozca y yo no? –me pregunte
-George Harrison –me nombro con un tono de enfado, como si estuviera cansada de escucharlo o repetirlo
-qué? De donde me conoces? –me mataba la curiosidad, pero ella me dejaría así pues no quiso seguir platicando con migo
-sabes no tengo tiempo de platicar con tigo –me dijo para después darse la espalda y caminar hasta la entrada de su casa, en eso me arme de valor y le hable
-espera! Oye espera! –le grite en repetidas ocasiones pero ni siquiera volteo, entro a la casa y note que se asomaba por la ventana, yo no pensaba moverme de ahí hasta que saliera, pero paso Michael, el hermano de Paul
-hey George! Que hay! –me saludo
-hola Mick –dije casi sin mirarlo
-oye Paul tiene algo que decirte –me dijo mientras me encaminaba hasta la acera de enfrente
-pero es que en este momento no puedo –le dije
-lo que tengas que hacer hazlo después –no me quedo de otras más que ir a casa de Paul para escuchar lo que me tenía que decir, que era que lo habían invitado a tocar en un grupo, al parecer eso lo entusiasmaba mucho, me daba mucho gusto por él.
Ese día en la noche me llamaron diciendo que acababa de morir la madre de Paul, no lo podía creer pues acababa de ir con él, aunque no toco mucho el tema de su madre pues siento que lo incomodo. Así que decidí ir a casa de Paul para darle el pésame.
Al llegar lo vi sentado afuera de su casa con una chica
-Paul amigo cuanto lo siento –lo salude
-oh George gracias por venir –se levanto y nos dimos un fuerte abrazo, mire a la chica y vi que era Frida, no lo podía creer el destino se empeñaba a juntarnos
-hola Frida nunca creí que fueras amiga de Paul –le dije asombrado
-pues sí, bueno a penas nos conocimos hoy –me decía mientras se levantaba y acomodaba su lindo vestido
-ustedes ya se conocían? –nos pregunto Paul
-si, por desgracia –murmuro ella, aun seguía molesta con migo y eso no me gustaba nada
-por qué dices eso Frida? –pregunto Paul
-podría decirse que la forma de conocerlo no fue la adecuada –dijo mientras me volteaba a ver
-pero ya te pedí perdón muchas veces! –le volví a recordar, valla pero que rencorosa
-pues que le hiciste amigo? –me pregunto Paul
-luego te platico –conteste. Después de eso nos sentamos a charlar los tres, eso me gustaba pues así Frida sabría más de mí y yo de ella, después llegaron unos chicos que después me entere que eran los Quarrymen del grupo en el que ahora estaba Paul. Uno de ellos se acerco con Frida a platicar durante mucho rato, eso me molesto y mucho, pues se veían platicando de lo más a gusto. Ella notaria que la veía y al parecer la había incomodado. De inmediato pensé en el abrigo que había visto esa mañana y decidí ir a comprarlo para regalárselo, tal vez así me perdonaría por completo y aceptaría salir con migo a tomar algo.
Y así fue, como lo tenía pensado. Fui muy temprano a comprar el abrigo, pedí que me lo envolvieran con un gran moño, se veía algo cursi con la envoltura en rojo y el moño en rosa pero era lo que a las chicas les gustaba, yo solo sabía lo que a mi hermana le gustaba así que supuse que también a Frida.
Llegue a su casa y toque la puerta, acomode un poco mi cabello y en eso se abrió, para mi fortuna ella había abierto la puerta aunque su manera de recibirme no fue la esperada, comenzaba a molestarme su forma de tratar a la gente, pero aun así me encantaba
-tú qué haces aquí?? Vete!! –me dijo muy molesta
-oye porque me tratas así? Sabes me gustaría conocerte mas –le dije sonriente, ella solo me miraba algo molesta
-yo no quiero ni me gustaría conocerte –me grito, estaba a punto de cerrarme la puerta pero yo la detuve
-espera por favor no cierres la puerta –le dije mientras la sostenía con mi mano izquierda
-que quieres! Ya rápido porque tengo mucha prisa –me dijo apresuradamente
-no te quitare mucho tiempo solo quería… -me detuve, pues no sabía cómo iba a reaccionar
-querías que? –me pregunto muy cortante
-quería obsequiarte esto –extendí mi mano derecha y le entregue el regalo, mire que en su rostro se dibujaba una pequeña sonrisita, creo que era la primera vez que se sonreía con migo, al ver que si le había agradado me sentí algo tranquilo
-espero que te guste –le dije, anhelaba que así fuera, pues tendría más a mi favor
-y se puede saber porque me traes regalos? –me dijo tratando de aparentar enojo, lo cual le fallo porque estaba seguro que le había gustado el detalle
-pues como arruine tu abrigo quise regalarte otro para ver si así me perdonas de una vez por todas y dejas de mirarme con indiferencia –le dije apenado, pues eso anhelaba, que me dirigiera la palabra de lo más normal olvidando todo aquello
-no te hubieras molestado, es mas perdóname tu a mi por haberme portado tan mal no sé por qué me comporte así con tigo –me dijo en tono diferente al anterior, eso hizo que sonriera, el regalo había logrado lo que yo quería
-está bien, ambos nos perdonamos, de acuerdo? –me dijo sonriente, sentía que sería todo diferente de aquí en adelante
-está bien –le extendí mi mano para hacer las paces, en eso respire hondo, pues me sentía aliviado, ahora si podía irme tranquilo
-bueno… pues… debí irme –le dije mientras soltaba poco a poco su mano
-también yo, tengo algo de prisa –me dijo
-está bien, no te quito mas tu tiempo, espero verte pronto –le dije sin dejar de verla mientras caminaba hacia atrás, me sentía tan estúpido haciendo esto, pero comenzaba a sentir algo por ella, algo más que especial
-pues ojala que se vuelva a dar una coincidencia –me dijo para después gritarme ¡cuidado con los escalones! –eso me hizo voltear de una buena vez por donde iba poniendo mis pies
-oh gracias por poco y me caigo –le dije antes de bajar los escalones, me quede un rato ahí viéndola, en realidad que me quería quedar ahí pero ella llevaba prisa así que me despedí
-me voy tengo que ver a un amigo, cuídate y hasta luego –me di la media vuelta y Salí de su casa, cerré el cancel y me despedí de nuevo de ella, alcé mi mano y ella respondió de la misma manera, comencé a caminar, estaba más que feliz, me moría de la curiosidad de saber que estaba pensando, sonreía como un tonto, jamás una chica me había traído así, era una sensación inexplicable, pero de lo que si sabia explicar era de que ella me gustaba y mucho.
algo largo el capitulo D:!! pero así serán xD unos largos otros mas cortos pero en fin... espero que les haya gustado el primer capitulo de i need you versión 2 xD se me cuidan =) y espero sus comentarios opinando sobre la nove :D saludos para todos
Versión alternativa
23 de Julio de 1957 el día que mi vida cambio…
Maldición, un día mas que tenía que ir a casa de mi “querida” tía, en parte lo hacía para distraerme un poco de las tareas, pero era extremadamente molesto aparte parecía que iba a llover, pero tenía que obedecer a mi madre. Tenía que limpiar su jardín durante 2 semanas, pues a mi querido amigo Paul se le había ocurrido destrozarlo un día que lo invite para el cumpleaños de mi tía. En eso empezó a llover y corrí a un restaurant que estaba ahí. Al entrar escuche a unas chicas gritar mucho así que voltee para ver quién era y entre ellas vi a la hija de la familia Vilamur que vivían a dos casas de la mía –esa chica otra vez –dije entre dientes, pues ya me la había topado en diferentes lugares y siempre me miraba, era más que obvio que le gustaba, no quise seguir pensando en eso así que me senté muy lejos de ahí donde no me vieran para tomarme un café mientras se calmaba la lluvia. Después de esperar termino de llover, así que Salí del lugar la casa de mi tía quedaba ya muy cerca.
-ya llegaste George, así que rápido ponte a sembrar estas semillas –me saludo mi tía amablemente como siempre solía hacerlo, no sabía porque ella era completamente diferente a mi madre, que de lo contrario era muy amable y gentil. No dije nada y me puse a hacer lo que me había dicho, dure aproximadamente 2 horas, parecía que ya había quedado listo aunque aún faltaban 2 días y estaba seguro de que mi tía no me los perdonaría. Me despedí y me fui a mi casa, ya estaba a unas cuantas casas de llegar a mi casa, en eso me distraje pues me había parecido ver a lo lejos al hermano de Paul, caminaba sin mirar al frente cuando de pronto sentí que había chocado con alguien y en efecto cheque con una chica
-¡perdón! No me fije disculpa –no supe que mas decir, vi que ella se levanto muy molesta y eso me preocupo
-¡¿por qué no te fijas bien por donde caminas!? ¿Que no tienes ojos o qué? –me grito más que molesta, aunque yo vi algo más que su molestia pues me parecía una muy linda chica, ojala y más a menudo chocara con ese tipo de chicas tan lindas
-lo siento, de verdad que iba muy distraído –no me quedo más que decir, la ayude a levantarse con mucho cuidado pues no quería que volviera a caer, pues entonces si me mataría, cuando ya estaba de pie quise tomar su bolso que estaba todavía tirado y ahí fue donde volvió a gritarme
-¡¡no te atrevas a tocar mi bolso!! – ¡valla pero que chica! Nunca me imagine que un bolso fuera tan importante para ellas, así que lo deje donde estaba y me volví a disculpar
-ok, está bien, discúlpame –le dije muy apenado, me molesto haberle ocasionado este mal rato a esta chica. Después volteo a verme a la cara, ¡por fin! Pude ver que tenía los ojos más lindos del mundo, esta chica sí que me había llegado del cielo era más que hermosa
-¿aun sigues enojada con migo? –le pregunte con una media sonrisa, se me hizo extraño que no me contestara y que su expresión ya no fuera de enojo sino de asombro
-hola ¿sigues ahí? –le pregunte mientras movía mi mano en frente de su vista, pues se había quedado inmóvil
-perdón es que ya me tengo que ir –me dijo de repente, mire su ropa y vi que estaba llena de lodo, me sentí sumamente avergonzado con ella
-oye pero no quise arruinar tu hermoso abrigo, mira como quedo –lo señale, cosa que no debí de haber dicho, pues ella se volvió a enojar y volvió a gritarme
-¡no puede ser! ¡Mira nada mas como me lo dejaste! ¡¡Mama va a matarme cuando me vea así!! –grito tan fuerte que varias personas que caminaban por ahí voltearon a vernos, ahora no sabía si me daba pena verla sucia por mi culpa o ver cómo nos miraban todos
-rayos! Perdón no sé cómo disculparme –le dije para que se calmara un poco
-pues me harías un bien yéndote de mi vista –me dijo molesta y aventándome para que ella pasara, por poco y caigo también yo al lodo cosa que ella hubiera disfrutado mucho, -tan linda y tan enojona-, pensé. Poco a poco se fue alejando, en eso voltee para atrás y cuando regrese mi mirada a la chica a no estaba
-es bruja? –me pregunte al ver que había desaparecido de un momento a otro, en fin cruce la calle y entre a mi casa, pero aun seguía con la incógnita de quién sería esa chica, me había parecido muy hermosa todo el resto del día pensé en ella. Esa noche me llamo Paul diciéndome que iría al jardín delantero de la iglesia St. Peter por que iba a haber un tipo festival donde tocaría el amigo de otro de nuestros compañeros de clase
-que dices George, vamos? –me decía Paul animado
-gracias Paul pero debo de ir con mi tía, tu sabes de que hablo –le dije molesto, pues era por su culpa que yo fuera todos los días a casa de mi tía la amargada
-no me digas que aun no te levantan el castigo? –dijo admirado y con cierto tono en su voz de alegría, yo no le conteste nada, solo refunfuñe
-bueno pues me hubiera gustado que me acompañaras
-a mi también, sirve que me distraigo un poco de todo –dije en tono de enfado
-bueno George debo colgar, luego te veo –cuando colgué el teléfono me fui a mi recamara a hacer lo que más me gustaba en el mundo, tocar mi guitarra.
A la mañana siguiente Salí a casa de mi tía, al salir de ahí fui a comprar unas cosas al centro. Pase por una tienda donde vendían ropa así que entre, no tenía nada más que hacer. Mientras buscaba algo interesante me tope con un abrigo que tenia puesto un maniquí, de pronto vi a la chica que tire sin querer con ese abrigo –si tan solo la volviera a ver le obsequiaría este abrigo –pensé, pues creía que le gustaría, se me hacia bien. –Pero ni en mil años me la volvería a topar –volvía a pensar desilusionado y dirigiéndome a otro lado. Me compre un par de camisas blancas, pues la única que tenía ya se me estaba gastando mucho. Iba rumbo a mi casa pensando en infinidad de cosas, tenía pensado ir a visitar a Paul para quizás ir por ahí, cuando a lo lejos me pareció ver a la chica que tire, acelere mi paso para percatarme de que si fuera ella, y al ver que si era me llene de emoción, comencé a caminar más rápido, cruce la calle y la salude
-hola –dije tímidamente, pues no sé ni por que la había saludado, no tenia tema de conversación con ella
-hola, que pequeño es el mundo –me dijo sin mirarme, notaba en ella mucha indiferencia hacia mí
-aquí es donde vives? –le pregunte
-por desgracia –me contesto con voz muy baja, así que casi no le entendí si me había dicho eso u otra cosa
-perdón?
-si aquí es donde vivo –me dijo algo molesta, creo que le había incomodado que supiera en donde vivía, pero para mí era la gloria pues la tenia justo en frente de mi casa, aproveche para pedirle disculpas de nuevo pues quería poder invitarla a alguna parte y molesta sería imposible
-oye, quisiera pedirte disculpas, es que en verdad estaba distraído y no te vi, en realidad no lo hice a propósito –puse mi mejor cara de arrepentimiento, en eso me interrumpió
-está bien te perdono aunque eso no haga que mi abrigo este limpio de nuevo –valla! Pero como le puede importar tanto una prenda, pensé
-y podría saber tu nombre? –le pregunte ansioso pero a la vez temeroso, duro mucho para contestarme, creí que no me lo diría
-Frida
-lindo nombre –las palabras se me salían de la boca sin pensar en lo que ella pudiera decir, también yo decidí decirle mi nombre
-yo me llamo –en eso me interrumpió para decir ella mi nombre, cosa que me dejo completamente sorprendido, -como puede ser que ella si me conozca y yo no? –me pregunte
-George Harrison –me nombro con un tono de enfado, como si estuviera cansada de escucharlo o repetirlo
-qué? De donde me conoces? –me mataba la curiosidad, pero ella me dejaría así pues no quiso seguir platicando con migo
-sabes no tengo tiempo de platicar con tigo –me dijo para después darse la espalda y caminar hasta la entrada de su casa, en eso me arme de valor y le hable
-espera! Oye espera! –le grite en repetidas ocasiones pero ni siquiera volteo, entro a la casa y note que se asomaba por la ventana, yo no pensaba moverme de ahí hasta que saliera, pero paso Michael, el hermano de Paul
-hey George! Que hay! –me saludo
-hola Mick –dije casi sin mirarlo
-oye Paul tiene algo que decirte –me dijo mientras me encaminaba hasta la acera de enfrente
-pero es que en este momento no puedo –le dije
-lo que tengas que hacer hazlo después –no me quedo de otras más que ir a casa de Paul para escuchar lo que me tenía que decir, que era que lo habían invitado a tocar en un grupo, al parecer eso lo entusiasmaba mucho, me daba mucho gusto por él.
Ese día en la noche me llamaron diciendo que acababa de morir la madre de Paul, no lo podía creer pues acababa de ir con él, aunque no toco mucho el tema de su madre pues siento que lo incomodo. Así que decidí ir a casa de Paul para darle el pésame.
Al llegar lo vi sentado afuera de su casa con una chica
-Paul amigo cuanto lo siento –lo salude
-oh George gracias por venir –se levanto y nos dimos un fuerte abrazo, mire a la chica y vi que era Frida, no lo podía creer el destino se empeñaba a juntarnos
-hola Frida nunca creí que fueras amiga de Paul –le dije asombrado
-pues sí, bueno a penas nos conocimos hoy –me decía mientras se levantaba y acomodaba su lindo vestido
-ustedes ya se conocían? –nos pregunto Paul
-si, por desgracia –murmuro ella, aun seguía molesta con migo y eso no me gustaba nada
-por qué dices eso Frida? –pregunto Paul
-podría decirse que la forma de conocerlo no fue la adecuada –dijo mientras me volteaba a ver
-pero ya te pedí perdón muchas veces! –le volví a recordar, valla pero que rencorosa
-pues que le hiciste amigo? –me pregunto Paul
-luego te platico –conteste. Después de eso nos sentamos a charlar los tres, eso me gustaba pues así Frida sabría más de mí y yo de ella, después llegaron unos chicos que después me entere que eran los Quarrymen del grupo en el que ahora estaba Paul. Uno de ellos se acerco con Frida a platicar durante mucho rato, eso me molesto y mucho, pues se veían platicando de lo más a gusto. Ella notaria que la veía y al parecer la había incomodado. De inmediato pensé en el abrigo que había visto esa mañana y decidí ir a comprarlo para regalárselo, tal vez así me perdonaría por completo y aceptaría salir con migo a tomar algo.
Y así fue, como lo tenía pensado. Fui muy temprano a comprar el abrigo, pedí que me lo envolvieran con un gran moño, se veía algo cursi con la envoltura en rojo y el moño en rosa pero era lo que a las chicas les gustaba, yo solo sabía lo que a mi hermana le gustaba así que supuse que también a Frida.
Llegue a su casa y toque la puerta, acomode un poco mi cabello y en eso se abrió, para mi fortuna ella había abierto la puerta aunque su manera de recibirme no fue la esperada, comenzaba a molestarme su forma de tratar a la gente, pero aun así me encantaba
-tú qué haces aquí?? Vete!! –me dijo muy molesta
-oye porque me tratas así? Sabes me gustaría conocerte mas –le dije sonriente, ella solo me miraba algo molesta
-yo no quiero ni me gustaría conocerte –me grito, estaba a punto de cerrarme la puerta pero yo la detuve
-espera por favor no cierres la puerta –le dije mientras la sostenía con mi mano izquierda
-que quieres! Ya rápido porque tengo mucha prisa –me dijo apresuradamente
-no te quitare mucho tiempo solo quería… -me detuve, pues no sabía cómo iba a reaccionar
-querías que? –me pregunto muy cortante
-quería obsequiarte esto –extendí mi mano derecha y le entregue el regalo, mire que en su rostro se dibujaba una pequeña sonrisita, creo que era la primera vez que se sonreía con migo, al ver que si le había agradado me sentí algo tranquilo
-espero que te guste –le dije, anhelaba que así fuera, pues tendría más a mi favor
-y se puede saber porque me traes regalos? –me dijo tratando de aparentar enojo, lo cual le fallo porque estaba seguro que le había gustado el detalle
-pues como arruine tu abrigo quise regalarte otro para ver si así me perdonas de una vez por todas y dejas de mirarme con indiferencia –le dije apenado, pues eso anhelaba, que me dirigiera la palabra de lo más normal olvidando todo aquello
-no te hubieras molestado, es mas perdóname tu a mi por haberme portado tan mal no sé por qué me comporte así con tigo –me dijo en tono diferente al anterior, eso hizo que sonriera, el regalo había logrado lo que yo quería
-está bien, ambos nos perdonamos, de acuerdo? –me dijo sonriente, sentía que sería todo diferente de aquí en adelante
-está bien –le extendí mi mano para hacer las paces, en eso respire hondo, pues me sentía aliviado, ahora si podía irme tranquilo
-bueno… pues… debí irme –le dije mientras soltaba poco a poco su mano
-también yo, tengo algo de prisa –me dijo
-está bien, no te quito mas tu tiempo, espero verte pronto –le dije sin dejar de verla mientras caminaba hacia atrás, me sentía tan estúpido haciendo esto, pero comenzaba a sentir algo por ella, algo más que especial
-pues ojala que se vuelva a dar una coincidencia –me dijo para después gritarme ¡cuidado con los escalones! –eso me hizo voltear de una buena vez por donde iba poniendo mis pies
-oh gracias por poco y me caigo –le dije antes de bajar los escalones, me quede un rato ahí viéndola, en realidad que me quería quedar ahí pero ella llevaba prisa así que me despedí
-me voy tengo que ver a un amigo, cuídate y hasta luego –me di la media vuelta y Salí de su casa, cerré el cancel y me despedí de nuevo de ella, alcé mi mano y ella respondió de la misma manera, comencé a caminar, estaba más que feliz, me moría de la curiosidad de saber que estaba pensando, sonreía como un tonto, jamás una chica me había traído así, era una sensación inexplicable, pero de lo que si sabia explicar era de que ella me gustaba y mucho.
algo largo el capitulo D:!! pero así serán xD unos largos otros mas cortos pero en fin... espero que les haya gustado el primer capitulo de i need you versión 2 xD se me cuidan =) y espero sus comentarios opinando sobre la nove :D saludos para todos
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